Fundación Amén Comunicaciones2024-04-092024-04-092023-05-05http://72.167.44.240:4000/handle/123456789/394https://drive.google.com/file/d/1i8usE6f9TDab0gBgXE88b3E0vxIwKTb2/view?usp=drive_linkTRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Es precioso este capítulo 14, del evangelio según san Juan, e inicia de una manera muy existencial, “Que no se turbe su corazón, que no tiemble, que no se preocupe demasiado en la vida”. Y el mismo Jesucristo nos da una respuesta para iluminar el por qué no debemos de andar turbados por el mundo: “Crean en Dios y crean también en mí”. De alguna forma Jesús señala como la fe es la única fuerza como virtud teologal colocada en el corazón humano, capaz de llevarnos a superar las turbaciones y los miedos propios de la existencia humana y propios de nuestra naturaleza de hombres. Hoy te invito a que reconozcas que tus problemas existen, pero que Dios es más grande que tus problemas, hoy te invito a que descubras que a lo largo de tu vida has vivido probablemente situaciones más difíciles, pero Dios siempre ha estado contigo, te ha levantado de un abismo que parecía imposible de ser levantado o de ser sacado, y el Señor lo ha hecho, ha sido un milagro patente; ¿por qué entonces te turbas tanto? Pero hay una segunda idea, y es que todos tenemos algo de Tomás, el apóstol, de alguna manera nos falta más claridad para reconocer cuál es el camino a seguir en la vida, cuál es la verdad profunda en la que debemos de apostar todos los proyectos y las fuerzas de nuestra vida. Jesús en efecto responderá a Tomás: “¿Cómo sí me has visto tanto tiempo, si has estado conmigo, no sabes el camino a seguir?”, y el mismo Jesús responderá: “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida”. Hoy hay tantas ideologías, hoy hay tantas corrientes de pensamiento cultural; hoy hay tantas modas, hoy hay tantos estímulos materialistas, hoy hay tanto sobre estímulo a la naturaleza humana y de alguna manera, a la atención de sus placeres egoístas, y el ser humano le apuesta la vida entera, sus fuerzas, su trabajo, su inteligencia, sus desvelos a cualquiera de estas supuestas verdades del mundo. Pero Jesús nos dice que en su manera de pensar, en su manera de sentir, en su manera de actuar y en general en su manera de vivir, hay un nuevo camino para que el hombre encuentre libertad interior, paz en el corazón y plenitud espiritual. Hoy, si sientes que eres uno de los millones y millones de personas, de hombres o mujeres que descubren o sienten un silencioso desencanto de su vida, pregúntate ¿el camino del materialismo, el camino del éxito profesional y humano, el camino del acumular bienes, el camino del conocimiento, el camino de los placeres de fin de semana, si no han llenado mi vida, ¿dónde la puedo llenar? ¿dónde la puedo plenificar?; en Jesús hay una propuesta que ha servido a millones y millones de personas por siglos y siglos de todas las culturas, de todas las razas, de todas las lenguas; porque como nadie Jesucristo conoce nuestra naturaleza humana y sabe que fuimos hechos para la libertad y que mucho del materialismo que hoy tenemos esclaviza el corazón. Sabe Jesús que fuimos hechos para amar de una manera distinta y la forma cosificada como hoy nos queremos, la forma apegada, dependiente y si se quiere infantil de los quereres humanos, no nos permite ser felices. Jesús sabe que sólo un hombre que está abierto a los demás, el que encuentra plenitud y no es el mundo del encerramiento en nuestra unidad de casas, en nuestro apartamento o piso, no es el encerramiento en nuestro corazón y alrededor de un celular o de una tableta, como vamos a encontrar la alegría de la vida. Jesús es camino porque nos muestra que la alegría de la vida está en darnos, en abrirnos, no en encerrarnos dentro de nosotros mismos, construyendo un pequeño reino de comodidades fatuas, superficiales, externas, pero que de ninguna manera llenan el corazón humano. Señor, acompáñame con esta luz y bendíceme en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 14, 1-6 Lectura del día de hoy Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 13, 26-33 En aquellos días, cuando llegó Pablo a Antioquía de Pisidia, decía en la sinagoga: «Hermanos, hijos del linaje de Abrahán y todos ustedes los que temen a Dios: a nosotros se nos ha enviado esta Palabra de salvación. En efecto, los habitantes de Jerusalén y sus autoridades no reconocieron a Jesús ni entendieron las palabras de los profetas que se leen los sábados, pero las cumplieron al condenarlo. Y, aunque no encontraron nada que mereciera la muerte, le pidieron a Pilato que lo mandara ejecutar. Y, cuando cumplieron todo lo que estaba escrito de Él, lo bajaron del madero y lo enterraron. Pero Dios lo resucitó de entre los muertos. Durante muchos días, se apareció a los que habían subido con Él de Galilea a Jerusalén, y ellos son ahora sus testigos ante el pueblo. También nosotros les anunciamos la Buena Noticia de que la promesa que Dios hizo a nuestros padres, nos la ha cumplido a nosotros, sus hijos, resucitando a Jesús. Así está escrito en el salmo segundo: “Tú eres mi Hijo: yo te he engendrado hoy”». V/. «Palabra de Dios». R/. «Te alabamos Señor». Salmo del día de hoy Salmo 2, 6-7. 8-9. 10-11 y 12a R/. Tú eres mi hijo: yo te he engendrado hoy. «Yo mismo he establecido a mi Rey en Sión, mi monte santo». Voy a proclamar el decreto del Señor; Él me ha dicho: «Tú eres mi hijo: yo te he engendrado hoy. R/. Pídemelo: te daré en herencia las naciones; en posesión, los confines de la tierra: los gobernarás con cetro de hierro, los quebrarás como jarro de loza». R/. Y ahora, reyes, sean sensatos; escarmienten, los que rigen la tierra: sirvan al Señor con temor, ríndanle homenaje temblando. R/. Evangelio del día de hoy Lectura del santo Evangelio según San Juan 14, 1-6 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «No se turbe su corazón, crean en Dios y crean también en mí. En la casa de mi Padre hay muchas moradas; si no, se lo habría dicho, porque me voy a prepararles un lugar. Cuando vaya y les prepare un lugar, volveré y los llevaré conmigo, para que donde estoy yo estén también ustedes. Y adonde yo voy, ya saben el camino». Tomás le dice: «Señor, no sabemos adónde vas, ¿cómo podemos saber el camino?». Jesús le responde: «Yo soy el Camino y la Verdad y la Vida. Nadie va al Padre sino por mí». Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.Alegría de vidaCaminoCorazónExistenciaFeJesúsLibertad interiorMiedoPaz en el corazónPlenitud espiritualTurbacionesVerdadVidaBibliaEvangelio¡No se turbe tu corazón, cree en Dios!!Yo soy el Camino, la verdad y la vida!