Fundación Amén Comunicaciones2024-04-112024-04-112023-05-22http://72.167.44.240:4000/handle/123456789/411https://drive.google.com/file/d/1ShJQUSXPtaHJEAEHyjcNvMZX4LAoMSdq/view?usp=drive_linkTRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES El libro de los Hechos de los Apóstoles nos presenta un diálogo del apóstol san Pablo, con algunos discípulos de la ciudad de Éfeso, cuando él les interroga a propósito de ¿si han recibido el Espíritu Santo al aceptar la fe en Jesús?, esta sola interrogación nos muestra, que es imposible recibir a Dios, el Espíritu de Dios, sin primero conocer, aceptar y acoger en la vida el mensaje y la persona divina de Jesús. Los discípulos de Éfeso le dicen entonces a Pablo, ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo, Pablo los contrainterroga y les pregunta ¿si acaso no están bautizados?, a lo que ellos dicen que han recibido el bautismo de Juan, que sólo perdona pecados; pero Pablo insiste en la importancia de bautizarse, en el nombre de Jesús, un bautismo que no solamente perdona los pecados, sino que entrega el Espíritu Santo, (entiéndase la vida divina), por eso nos hace hijos de Dios. Hoy cuando muchas personas dicen, dejaré que mis hijos cuando estén grandes decidan si quieren o no bautizarse, es importante recordarles que no hay vida de Dios en nadie, si primero no hay el bautismo en el Espíritu Santo para cada uno de ellos; aparentemente en nombre de la libertad, en nombre del uso de razón y de una libre decisión, supuestamente descuidamos el bautismo de hijos o de nietos, olvidando que es el gran regalo, que es el más importante de los sacramentos de la Iglesia, por el cual y mediante el cual nos hacemos hijos de Dios, recibimos la vida divina. Pero pasemos al evangelio de hoy, tomado de san Juan en el capítulo 16, cuando los discípulos le dicen a Jesús: “Ahora verdaderamente creemos en ti, porque nos hablas claro, no usas comparaciones”, Jesús con alguna ironía les pregunta: “Ah, ¿con que ahora creen en mí?, y les da esta respuesta: “Pues más allá de su fe aparente, de su fe superficial y vacilante, llegará la hora, el momento en que cada uno se disperse”, está hablando del momento en que es aprehendido para ser crucificado, cada uno se va a dispersar, tomará por un rumbo distinto y dejarán solo a Jesús. Pero el mismo Hijo de Dios, reconoce que si bien vivirá la soledad de los hombres, no vivirá el abandono, la soledad del Padre Dios, y que por el contrario en esos momentos de turbación, de solitariedad, el Padre Dios está con Él. Hoy, cuando sientas en tu vida que muchos te abandonan en malos momentos, que todos son amigos en la prosperidad, pero pocos o ninguno es amigo en la adversidad, la pobreza, la cárcel, la enfermedad, el descrédito público; recuerda que el amor del Padre Dios está contigo, como estuvo con Jesús en la mala hora de su aprensión, proceso judicial injusto y su crucifixión y muerte. Jesús se sirve de este ejemplo para decirnos, que sólo encontraremos en Él la paz para nuestros corazones, pero nos dejará una enseñanza más alta todavía, en el mundo tendrás luchas, pruebas, sufrimientos, aflicciones; pero nos invita al coraje y al valor, porque si Jesús, el Hijo de Dios, nuestro inspirador y nuestra luz, ha vencido al mundo, nosotros si creemos en Él, si nos confiamos en Él, venceremos todo peligro, toda fuerza del mal encarnada en personas concretas y al final la victoria está asegurada. Que no nos escandalice la cruz y la humillación, en un mundo que sólo habla de éxito, de bienestar económico y social; así como Pedro maduró su fe y en principio veía en Jesús sólo al Mesías triunfal, luego aceptará al Jesús crucificado. Hoy no te sientas mal, cuando descubras o reconozcas o padezcas, pruebas en tu vida, Dios está contigo, como cuando estuvo con Moisés, en toda la gesta épica de la liberación del pueblo de Israel a manos del poderoso imperio egipcio, Dios nos acompaña, Dios no nos abandona, y esta certeza, es fuente de fortaleza y de paz para nuestras vidas. Que el Señor que es rico en misericordia, bendiga tu vida en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 16, 29-33 Lectura del día de hoy Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 19, 1-8 Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó la meseta y llegó a Éfeso. Allí encontró unos discípulos y les preguntó: «¿Ustedes recibieron el Espíritu Santo al aceptar la fe?». Contestaron: «Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo». Él les dijo: «Entonces, ¿qué bautismo han recibido?». Respondieron: «El bautismo de Juan». Pablo les dijo: «Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyeran en el que iba a venir después de él, es decir, en Jesús». Al oír esto, se bautizaron en el Nombre del Señor Jesús; cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y se pusieron a hablar en lenguas extrañas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres. Pablo fue a la sinagoga y durante tres meses hablaba con toda libertad del Reino de Dios, dialogando con ellos y tratando de persuadirlos. V/. «Palabra de Dios». R/. «Te alabamos Señor». Salmo del día de hoy Sal.mo 68 (67) R/. Reyes de la tierra, canten a Dios. Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos, huyen de su Presencia los que lo odian; como el humo se disipa, se disipan ellos; como se derrite la cera ante el fuego, así perecen los impíos ante Dios. R/. En cambio, los justos se alegran, gozan en la Presencia de Dios, rebosando de alegría. Canten a Dios, toquen a su Nombre; su Nombre es el Señor. R/. Padre de huérfanos, protector de viudas, Dios vive en su santa morada. Dios prepara casa a los desvalidos, libera a los cautivos y los enriquece. R/. Evangelio del día de hoy Lectura del santo Evangelio según San Juan 16, 29-33 En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús: «Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios». Les contestó Jesús: «¿Ahora creen? Pues miren: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que se dispersen cada cual por su lado y a mí me dejen solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Les he hablado de esto, para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán luchas; pero tengan valor: yo he vencido al mundo». V/. «Palabra del Señor». R/. «Gloria a ti Señor Jesús». días, hasta el fin del mundo.» Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.AmarCreer en diosConfiar en DiosCruzDios acompañaPaz en el corazónPadre DiosPruebaSentir la compañía de DiosVencer todo peligroBibliaEvangelio¡Yo he vencido al mundo!¡Tengan valor: Yo he vencido el mundo!