Fundación Amén Comunicaciones2024-04-092024-04-092023-05-03http://72.167.44.240:4000/handle/123456789/392https://drive.google.com/file/d/1ObmakZD27ibgwlZgP-du4Q7-SqUAjPPJ/view?usp=drive_linkTRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Una antigua tradición nos dice que santa Elena, madre del emperador Constantino, encontró la verdadera cruz de Jesucristo en el siglo IV, y aunque luego por las sucesivas guerras y confrontaciones que tuvo el imperio romano ella se perdió, es rescatada, según la tradición, un día 14 de septiembre del año 628, lo que ha llevado a que la fiesta de la exaltación de la Santa Cruz se celebre en el mundo un 14 de septiembre; en nuestro país Colombia se celebra hoy 3 de mayo. Pero qué podemos decir del misterio de la Cruz, tres palabras, tres enseñanzas para nuestra vida. La primera de ellas, la cruz es un signo maldito para el pueblo romano y a un judío, pero es signo de bendición para Jesús y para sus discípulos nosotros los cristianos, en ella, más allá de lo escandalosa o repugnante que resulte para el mundo, encontramos un camino serio de crecimiento personal, de purificación espiritual y de ascensión hacia el cielo. Segunda afirmación, Cruz en la vida es vivir las exigencias del evangelio, amar con lo que cuesta amar, especialmente aquellas personas difíciles o que humanamente decimos, no merecen nuestro amor, perdonar con lo que significa perdonar y más a aquellos que nos han ofendido profundamente, servir más allá de lo que significa servir, no por unos pocos días, sino toda la vida, gastándonos y muriendo a nosotros mismos para darnos a los demás. Esto es cruz, estos tres verbos, amar, perdonar, servir, que son esenciales en la fe cristiana, de alguna manera son expresión de la cruz. Pero en un tercero y último momento, podemos decir con finura, que quizás la expresión más asertiva sobre la cruz, es toda realidad, es toda circunstancia, es aún toda persona que me lleva a morir a mí mismo. En efecto, Jesús, cuando explica las condiciones para ser verdaderos discípulos suyos, enuncia fundamentalmente dos que están profundamente enlazadas entre sí, “niéguese a sí mismo, y cargue con su cruz”; podríamos decir, solo quien carga su cruz es capaz de negarse de morir a sí mismo, morir a nuestro orgullo, y qué difícil es hacerlo; morir a nuestros pareceres, a querer manejar la vida personal y la vida de los demás según nuestro antojo y capricho, morir a nuestros deseos a veces llenos de vanidad y de soberbia personal, deseos simplemente que nos hacen personas superficiales y engreídas. Morir a esto se vuelve cruz en la vida, y cuando una persona cercana a ti: un cónyuge, un hermano, un compañero de estudio o de trabajo, un jefe o un profesor, o también ya no una persona, sino una circunstancia en la vida; la enfermedad, la pobreza, la soledad, de alguna manera te llevan a morir a ti mismo, se vuelven cruz en tu vida, pero también camino de cielo. Hoy, en este día de la Exaltación de la Santa Cruz, te invito, no reniegues de tu cruz, no la maldigas, no la tires a un lado pensando encontrar una cruz más suave para tu vida, aprende, escúchame a amar tu cruz, a agradecer tu cruz y a reconocer que por más que ella talle, pese y moleste en la vida, ella es el único camino seguro de cielo, el único camino seguro de salvación. Que el Señor te bendiga en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 3, 13-17 Lectura del día de hoy Lectura del libro de los Números 21, 4b-9 En aquellos días, el pueblo estaba extenuado del camino, y habló contra Dios y contra Moisés: «¿Por qué nos has sacado de Egipto para morir en el desierto? No tenemos ni pan ni agua, y nos da náusea ese pan sin cuerpo.» El Señor envió contra el pueblo serpientes venenosas, que los mordían, y murieron muchos israelitas. Entonces el pueblo acudió a Moisés, diciendo: «Hemos pecado hablando contra el Señor y contra ti; reza al Señor para que aparte de nosotros las serpientes.» Moisés rezó al Señor por el pueblo, y el Señor le respondió: «Haz una serpiente venenosa y colócala en un estandarte: los mordidos de serpientes quedarán sanos al mirarla.» Moisés hizo una serpiente de bronce y la colocó en un estandarte. Cuando una serpiente mordía a uno, él miraba a la serpiente de bronce y quedaba curado. «Palabra de Dios. Te alabamos Señor» Salmo del día de hoy Salmo 77 (78) R/. No olvides las acciones del Señor. Escucha, pueblo mío, mi enseñanza, inclina el oído a las palabras de mi boca: que voy a abrir mi boca a las sentencias, para que broten los enigmas del pasado. /R. Cuando los hacía morir, lo buscaban, y madrugaban para volverse hacia Dios; se acordaban de que Dios era su roca, el Dios Altísimo su redentor. /R. Lo adulaban con sus bocas, pero sus lenguas mentían: su corazón no era sincero con él, ni eran fieles a su alianza. /R. Él, en cambio, sentía lástima, perdonaba la culpa y no los destruía: una y otra vez reprimió su cólera, y no despertaba todo su furor. /R. Evangelio del día de hoy Lectura del santo Evangelio según San Juan 3, 13-17 En aquel tiempo, dijo Jesús a Nicodemo: «Nadie ha subido al cielo, sino el que bajó del cielo, el Hijo del hombre. Lo mismo que Moisés elevó la serpiente en el desierto, así tiene que ser elevado el Hijo del hombre, para que todo el que cree en él tenga vida eterna. Tanto amó Dios al mundo que entregó a su Hijo único para que no perezca ninguno de los que creen en él, sino que tengan vida eterna. Porque Dios no mandó su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo se salve por él.» Palabra del Señor. Gloria a ti Señor JesúsCircunstanciaCruzExigencias del evangelioInmersos en el amorMisterioMorir a mi mismoRealidadSigno de BendiciónBibliaEvangelio¡Exaltación de la Santa Cruz (Colombia)!¡Tanto amó Dios al mundo que entregó a su hijo único!