Fundación Amén Comunicaciones2024-04-292024-04-292024-04-16http://72.167.44.240:4000/handle/123456789/529https://drive.google.com/file/d/1M7aFmbe50NMwsNg9MOX9SZBRw80edt36/view?usp=drive_linkTRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES El escepticismo que presentan los judíos frente a Jesús cuando Él ofrece un nuevo Pan, un Pan que es capaz de llenar y plenificar la vida, los lleva a cuestionarse y a preguntarle: “¿Qué signos, qué milagros, qué obras tiene para justificar que Él es un hombre distinto?, que es un gran maestro, que puede ser un mesías capaz de alimentar a su pueblo y de darles una nueva vida”. Y a renglón seguido, quienes escuchan a Jesús le dicen: “Nuestros antepasados recibieron y comieron el maná en el desierto”. Pero Jesús les replica: “Les aseguro que no fue Moisés, su líder, el que les dio el pan del cielo allá en el desierto, sino directamente que es el Padre Dios, quien da el verdadero pan del cielo”. Hoy te pregunto: ¿dónde buscas el cielo en esta tierra?, ¿dónde buscas?, ¿en quién buscas?, ¿en qué acontecimientos, episodios o cosas buscas tu felicidad, tu cielo?; a muchos nos ha ocurrido, que identificamos de manera equivocada, el bienestar material con el cielo y la plenitud de la vida, y ciertamente el bienestar material es importante, pero él no es la felicidad, ni él es la plenitud de la vida. Reconocemos, por ejemplo, que, en sociedades muy desarrolladas, sociedades opulentas, hay grandes signos de personas infelices, con sin sentido y tedio en sus vidas. Jesús nos invita al camino de la fe y a reconocer que sólo en Dios, podemos encontrar el Pan del cielo, el pan que nos da la verdadera vida. Ante esta reflexión de Jesús, los hombres que lo escuchan creen en Él y le dicen: “Señor, queremos recibir este pan que baja del cielo y da vida a los hombres, danos siempre de este Pan. Hoy en tu corazón, pídele con fe: Señor, he recibido tantas propuestas, he mirado tantos proyectos del mundo que me hablaban de felicidad, de plenitud, de realización, y en todos ellos he encontrado de alguna manera, decepciones, desencantos. No he visto ni personas, ni situaciones, ni episodios del mundo que sean capaces de plenificar mi vida; ¿dónde encontrar esa vida plena, ese Pan de vida capaz de realizarme? Ante este interrogante, Jesús hará la más bella afirmación del misterio que acompaña su ser, cuando dirá: “Yo soy el Pan de la vida, el que viene a mí no pasará hambre, y el que crea en mí nunca tendrá sed”. El Pan de la vida es un hombre, el pan de la vida es Jesús, el pan de la vida es su Espíritu, el pan de la vida es un proyecto de existencia, proyecto de vida distinto para ti; el Pan de la vida es su mensaje revolucionario para su tiempo y más revolucionario aún para nuestro tiempo. El pan de la vida es su doctrina de amor, perdón, servicio, reconciliación, aunque ello implique cruz. El Pan de la vida es Jesús, nunca lo olvides: quien coma de este Pan no tendrá más hambre, no pasará más sed, no tendrá más búsquedas, desasosiegos, inestabilidades, vacíos en su vida. Los santos adelantados a su tiempo y a su generación, nos enseñan que fueron plenificados con la vida de Dios en sus vidas; por eso un santo es por excelencia una persona feliz, una persona plena, una persona realizada, una persona completa, una persona equilibrada. Señor, dame de este Pan de la vida, para no volver a tener hambre. Que el Señor te bendiga en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 6, 30-35 Lectura del día de hoy Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles 7, 51-8, 1a En aquellos días, dijo Esteban al pueblo, y a los ancianos y escribas: «¡Duros de cerviz, incircuncisos de corazón y de oídos! Ustedes siempre resisten al Espíritu Santo, lo mismo que sus padres. ¿Hubo un profeta que sus padres no persiguieran? Ellos mataron a los que anunciaban la venida del justo, y ahora ustedes lo han traicionado y asesinado; ustedes recibieron la Ley por mediación de ángeles, y no la han observado.» Oyendo sus palabras, se recomían en sus corazones y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijando la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: «Veo los cielos abiertos y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios.» Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejaron sus capas a los pies de un joven llamado Saulo y se pusieron a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: «Señor Jesús, recibe mi espíritu.» Luego, cayendo de rodillas, y clamando con voz potente dijo: «Señor, no les tengas en cuenta este pecado.» Y, con estas palabras, murió. Saulo aprobaba su ejecución. «Palabra de Dios. Te alabamos Señor» Salmo del día de hoy Salmo 31 (30), 3cd-4. 6ab y 7b y 8a. 17 y 21 ab R/. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame. /R. A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás; yo confío en el Señor. Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. /R. Haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. En el asilo de tu presencia los escondes de las conjuras humanas. /R. Evangelio del día de hoy Yo soy el pan de la vida –dice el Señor­–; el que viene a mí no pasará hambre. Lectura del santo Evangelio según San Juan 6, 30-35 En aquel tiempo, dijo la gente a Jesús: «¿Y qué signo haces tú, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu obra? Nuestros padres comieron el maná en el desierto, como está escrito: “pan del cielo les dio a comer :”» Jesús les replicó: «en verdad, en verdad les digo, no fue Moisés quien les dio pan del cie­lo, sino que es mi Padre el que les da el verdadero pan del cie­lo. Porque el pan de Dios es el que baja del cielo y da vida al mundo.» Entonces le dijeron: «Señor, danos siempre de este pan.» Jesús les contestó: «Yo soy el pan de la vida. El que viene a mí no tendrá hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás.» Palabra del Señor. Gloria a ti Señor JesúsAmorDador de vidaJesúsPan de vidaPerdónProyecto de vidaReconciliaciónServicioVacíos existencialesBibliaEvangelio¿En dónde buscar el cielo?Pan de vida eterna