¡Cristo no se cansa de buscarte!
dc.contributor.author | Fundación Amén Cominicaciones | |
dc.date.accessioned | 2024-01-25T02:05:20Z | |
dc.date.available | 2024-01-25T02:05:20Z | |
dc.date.issued | 2024-01-19 | |
dc.description | TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES El evangelio de hoy nos presenta el llamamiento que Jesús hace de los 12 discípulos, el contexto es muy especial. Jesús sube a la montaña, (en la Biblia siempre la montaña es el lugar del encuentro con Dios). Nos dice también que fue llamando a los que Él quiso, el llamado de Dios al hombre es un llamado en liberalidad y en gratuidad, un llamado libre y gratuito. El Señor no llama a unos hombres o mujeres a la vida consagrada o a una misión particular, porque sean mejores seres humanos, quizás y lo más paradójico de la vida, somos los llamados por Dios, personas débiles, personas con pecado, personas con limitaciones humanas grandes; pero el Señor, en su liberalidad y en su gratuidad, llama a los que Él desea. Luego, en un tercer momento nos dice el evangelista Marcos, que los llamó a los 12 para estar con Él. El primer llamado que hace siempre Dios al hombre es a compartir en intimidad, en amistad, la vida nueva de Dios. En nuestro mundo de tanto ruido, cuánto bien nos hace silenciarnos, escuchar la voz de Dios, recibir su amistad, acoger la vida nueva que nos da. En medio de tantos afanes, de tantas prisas cotidianas, el Señor nos invita cuando nos llama a una misión particular, a llenarnos de su espíritu, de su vida nueva. Nos dice luego, que les ha dado poder para predicar y para expulsar el mal de la vida de los hombres. Un papá y una mamá tienen una misión especial sobre sus hijos y más allá del psicólogo, del terapeuta de familia, del profesor del colegio, aún del mismo sacerdote o religiosa; papá y mamá tienen una autoridad especial sobre sus hijos, una sabiduría, una luz del Espíritu, para saberlos acompañar, aconsejar y de alguna manera liberarlos, de tantas seducciones que acosan a nuestros jóvenes en la vida moderna. Hoy reconozcamos ese llamado, que Dios no deja de hacer. Y miremos también como lo hemos venido haciendo estos días, la primera lectura del libro de Samuel, donde nuevamente el rey Saúl, encarnizado por envidias y por comentarios calumniosos contra David, lo persigue encarnizadamente. El tema es que con tres mil hombres se acerca a las Peñas de los Rebecos, entra a una cueva para hacer sus necesidades fisiológicas, y o paradoja, allí estaban escondidos, el joven David y un grupo de amigos. Ellos le dicen: “Matemos al rey que está solo y se acaba el gran enemigo que nos hemos conseguido”; pero David dirá: “Lejos de mí atentar contra la vida de mi rey y mi señor”. Lo único que hace mientras el rey Saúl realiza sus necesidades fisiológicas, es cortar sutilmente y en silencio una pequeña esquina del manto del rey, luego, cuando este sale fuera de la gruta, David le grita a distancia, se postra ante él y le dice: “Rey Saúl, Dios me ha tenido en tus manos y lejos de mí atentar contra ti, tú eres mi rey, mi Señor, Dios te ha escogido y jamás atentaré contra tu vida, por más que tú me estés buscando para matarme”. Saúl se conmueve y le dice: “Tú, David, joven David, eres inocente y no yo, porque tú me has pagado con bienes y yo te he pagado con males, y hoy me has hecho el favor más grande, pues el Señor me entregó a ti, y tú respetaste mi vida, y no me mataste. Por eso, que el Señor te pague lo que hoy has hecho conmigo, ahora te digo, tú serás rey en Israel, y se consolidará este reino en tus manos”. Dios llama a las personas a veces a través de las circunstancias y situaciones más extrañas, por eso, en este evangelio del llamado de Dios a sus discípulos, y del llamado también que hace al joven David a ser rey de Israel, nosotros pensemos, cuántas veces en nuestra vida, en muchas situaciones y circunstancias particulares, Dios nos ha llamado para ser sus amigos, para acercarnos más a Él y quizás no le hemos reconocido. Señor, dame la inteligencia espiritual, dame la escucha en el corazón para reconocer, los continuos llamados que haces a mi vida para ser amigo tuyo. Amén. Que el Señor te bendiga abundantemente en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. | |
dc.description.abstract | REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Marcos 3, 13-19 En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges -Los Truenos-, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó. Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús. | |
dc.identifier.uri | http://72.167.44.240:4000/handle/123456789/251 | |
dc.identifier.uri | https://drive.google.com/file/d/1hMn7xcY29v78R48fzvuiSbBG_nksbyMg/view?usp=drive_link | |
dc.subject | Amistad | |
dc.subject | Amor de Dios | |
dc.subject | Compartir | |
dc.subject | Dios | |
dc.subject | Escuchar | |
dc.subject | Espíritu | |
dc.subject | Misión Particular | |
dc.subject | Mundo | |
dc.subject | Primer llamado | |
dc.subject | Ruido | |
dc.subject | Silenciarte | |
dc.subject | Vida nueva | |
dc.subject | Voz | |
dc.subject | Biblia | |
dc.subject | Evangelio | |
dc.title | ¡Cristo no se cansa de buscarte! | |
dc.title.alternative | Llamado de Dios |
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