¡Despierten, vigilen, vivan en esperanza!
dc.contributor.author | Fundación Amén Cominicaciones | |
dc.date.accessioned | 2023-12-14T19:17:21Z | |
dc.date.available | 2023-12-14T19:17:21Z | |
dc.date.issued | 2023-12-03 | |
dc.description | TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Así como el año calendario finaliza en 31 de diciembre y se inicia un nuevo ciclo en primero de enero, así también la Iglesia tiene su llamado año litúrgico. Hoy, iniciamos un nuevo ciclo litúrgico, de la mano del evangelista san Marcos. Aprendamos a reconocer, la presencia de Jesús a partir de su Palabra que nos habla, nos cuestiona la vida, nos enseña profundas sabidurías. Con este tiempo que iniciamos, el del Adviento preparatorio a la Navidad, el evangelio de hoy nos propone tres mensajes centrales. El primero, despertar del sueño en que vivimos. Sin darnos cuenta, el mundo de hoy, la sociedad moderna, nosotros mismos, hemos caído en un consumismo de la vida, entender la existencia sólo como trabajar para comprar y vender, para conseguir y acumular. Hemos entendido la vida como un mero hedonismo, pragmatismo; de manera práctica, pensamos que la existencia sólo se nos ha dado, para un disfrute efímero y pasajero de los sentidos, lo que entra por los ojos, lo que entra por el gusto. Hoy se nos invita a dejar esa frivolidad de la vida, esa superficialidad, a salir de nuestro encierro personal, nuestro egoísmo, a no seguir en indiferencia frente a las necesidades de aquellos que están incluso muy cercanos a nosotros. Despertar del sueño, es mirar la vida con otros ojos, quizás la cultura digital moderna, el consumismo exacerbado, las opiniones y escándalos mediáticos que van y vienen, nos entretienen de día en día, pero no nos permiten mirar con madurez nuestra existencia y apuntar a un verdadero y profundo sentido horizonte para la vida. En una segunda enseñanza, se nos invita a vivir vigilantes, con conciencia, con lucidez. Descubramos lo mejor que hay dentro de cada uno de nosotros y reconozcamos que la vida que pasa rápidamente se nos da, para vivir en el amor, para construir lazos de solidaridad, para realizar a partir de pequeñas actuaciones en el seno de la familia, de los amigos, del trabajo, la justicia. Dejemos el miedo, dejemos simplemente de hablar de tragedias, de problemas, dejemos de buscar la seguridad personal, en un mundo ciertamente donde hay incertidumbres, porque la gran certeza que es Dios, la hemos sacado, la hemos excluido del horizonte de nuestra vida. Resulta paradójico, amargamente contradictorio, que hoy, cuando el hombre tiene más desarrollo tecnológico, material y si se quiere más conocimiento científico, hoy experimente mayores angustias, más estrés, más grandes temores. Estamos llamados cada uno de nosotros a superar estos miedos y a descubrir que la seguridad no nos viene de una póliza de seguros, de una empresa de vigilancia, de unas cámaras de televisión; la seguridad existencial, nos viene solamente de ponernos confiadamente en las manos de Dios. En una tercera y final enseñanza, estamos llamados a reavivar la esperanza. Algún autor afirmaba que el siglo XX, con sus ideologías, de comunismo, de nazismo, fue el siglo donde se mataron muchas esperanzas, algunos lo llaman, el inmenso cementerio de esperanzas humanas. Pero más allá de que pasamos ya por dos décadas el siglo XX y estamos bien adentrados en el nuevo siglo, hoy reconocemos, que la esperanza del ser humano se ha vuelto muy limitada, muy cortoplacista. Nuestra esperanza, parece que se redujera a conservar un empleo, a tener dinero para las próximas vacaciones, a tener materialmente para pagar los estudios de los hijos. Hoy descubre, que la Iglesia, más allá de un lugar de culto ritual, más allá de una instancia moral que nos enseña acciones éticas universales, la Iglesia es sobre todo, una comunidad de esperanza, donde aprendemos juntos desde la fe, a poner toda nuestra vida, pero sobre todo nuestro futuro personal, familiar, social y mundial, en las manos de Dios. Es precisamente lo que nos señala el Adviento como preparación a la Navidad, es Dios que sale a nuestro encuentro, es Dios que no se desentiende de nuestra vida; es Dios que nos acompaña en el día a día para decirnos, no estás solo, soy el Emmanuel, Dios contigo, Dios con la humanidad, no te abandono, quiero darte paz, quiero en tu debilidad fortalecerte, quiero en tus problemas consolarte, quiero en tus oscuridades iluminarte, quiero en tus dudas ser certeza que acompañe y guíe el camino de tu vida. Hoy te invito, para que salgas de esa modorra espiritual, de esa tibieza interior, de esa mediocridad del corazón, que no te permite soñar horizontes más grandes para ti y para tu familia. Que el Señor te conceda un buen inicio de año litúrgico, un buen inicio del Adviento preparatorio a la Navidad y te dé su paz, y te bendigo, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. | |
dc.description.abstract | REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Mc 13, 33-37 Lecturas del día de hoy: Primera lectura Is 63, 16b-17; 64, 1.2b-7: Ojalá rasgases el cielo y bajases! Tú, Señor, eres nuestro padre, tu nombre de siempre es «Nuestro redentor». Señor, ¿por qué nos extravías de tus caminos y endureces nuestro corazón para que no te tema? Vuélvete, por amor a tus siervos y a las tribus de tu heredad. ¡Ojalá rasgases el cielo y bajases, derritiendo los montes con tu presencia! Bajaste y los montes se derritieron con tu presencia, jamás oído oyó ni ojo vio un Dios, fuera de ti que hiciera tanto por el que espera en él. Sales al encuentro del que practica la justicia y se acuerda de tus caminos. Estabas airado, y nosotros fracasarnos; aparta nuestras culpas, y seremos salvos. Todos éramos impuros, nuestra justicia era un paño manchado; todos nos marchitábamos como follaje, nuestras culpas nos arrebataban como el viento. Nadie invocaba tu nombre ni se esforzaba por aferrarse a ti; pues nos ocultabas tu rostro y nos entregabas en poder de nuestra culpa. Y, sin embargo, Señor, tú eres nuestro padre, nosotros la arcilla y tú el alfarero: somos todos obra de tu mano. Salmo del día de hoy: Salmo 79, 2ac.3b.15-16.18-19: Oh Dios restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Pastor de Israel, escucha, tú que te sientas sobre querubines, resplandece. Despierta tu poder y ven a salvarnos. Oh Dios restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Dios de los ejércitos, vuélvete: mira desde el cielo, fíjate, ven a visitar tu viña, la cepa que tu diestra plantó, y que tú hiciste vigorosa. Oh Dios restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Que tu mano proteja a tu escogido, al hombre que tú fortaleciste. No nos alejaremos de ti; danos vida, para que invoquemos tu nombre. Oh Dios restáuranos, que brille tu rostro y nos salve. Segunda lectura del día de hoy: 1Co 1, 3-9: Aguardamos la manifestación de Jesucristo nuestro Señor. Hermanos: La gracia y la paz de parte de Dios, nuestro Padre, y del Señor Jesucristo sean con vosotros. En mi acción de gracias a Dios os tengo siempre presentes, por la gracia que Dios os ha dado en Cristo Jesús. Pues por él habéis sido enriquecidos en todo: en el hablar y en el saber; porque en vosotros se ha probado el testimonio de Cristo. De hecho, no carecéis de ningún don, vosotros que aguardáis la manifestación de nuestro Señor Jesucristo. Él os mantendrá firmes hasta el final, para que no tengan de qué acusaros en el día de Jesucristo, Señor nuestro. Dios os llamó a participar en la vida de su Hijo, Jesucristo, Señor nuestro. ¡Y él es fiel! Evangelio del día de hoy: Mc 13, 33-37: Velad, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: – «Mirad, vigilad: pues no sabéis cuándo es el momento. Es igual que un hombre que se fue de viaje y dejó su casa, y dio a cada uno de sus criados su tarea, encargando al portero que velara. Velad entonces, pues no sabéis cuándo vendrá el dueño de la casa, si al atardecer, o a medianoche, o al canto del gallo, o al amanecer; no sea que venga inesperadamente y os encuentre dormidos. Lo que os digo a vosotros, lo digo a todos: ¡Velad!» Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús. | |
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dc.identifier.uri | https://drive.google.com/file/d/1YVxY_kAKqMEsPaVhDa5gyWuZBsOlEgLM/view?usp=drive_link | |
dc.subject | Conciencia | |
dc.subject | Despertar | |
dc.subject | Esperanza | |
dc.subject | Lucidez | |
dc.subject | Mediocridad | |
dc.subject | Reavivar | |
dc.subject | San Marcos | |
dc.subject | Tibieza interior | |
dc.subject | Vivit vigilante | |
dc.subject | Biblia | |
dc.subject | Evangelio | |
dc.title | ¡Despierten, vigilen, vivan en esperanza! | |
dc.title.alternative | Despertar espiritual |
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