¡Yo he vencido al mundo!
| dc.contributor.author | Fundación Amén Comunicaciones | |
| dc.date.accessioned | 2024-05-14T18:21:14Z | |
| dc.date.available | 2024-05-14T18:21:14Z | |
| dc.date.issued | 2024-05-13 | |
| dc.description | TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES La primera lectura tomada del Libro de los Hechos de los Apóstoles en el capítulo 19, nos habla del apóstol Pablo que llega al puerto de Éfeso, (la actual Turquía). Allí interroga a algunos de los discípulos y les pregunta: “¿Si ya han recibido el Espíritu Santo al aceptar la fe?”, pero ellos contestan: “Que ni siquiera han oído hablar de que existe un tal Espíritu Santo”. Pablo los contrainterroga y les pregunta: “¿Entonces que bautizo han recibido?”, ellos responden: “Que el bautismo de Juan”, a lo que Pablo les dice: “Que ese es un bautismo como signo de conversión y de perdón de los pecados, pero que el verdadero baño o bautismo es la efusión del Espíritu de Cristo resucitado, la efusión del Espíritu Santo en sus vidas”. Hoy, cuando muchas personas descuidan el bautizar a sus hijos, diciendo de una manera falaz y engañosa, que ellos lleguen a ser adultos y decidan si les conviene o no les conviene, si les gusta o no les gusta el bautismo cristiano, pues entonces con ese mismo argumento dile a un hijo tuyo, no te voy a dar comida y simplemente cuando seas grande, si llegas a ser grande tú decides si quieres comer o no quieres comer. Cómo darle una decisión tan importante en la vida a un recién nacido que no tiene uso de razón, cuando sabemos que el bautismo, que es la efusión de la vida divina a un cristiano, es lo que es el alimento al cuerpo humano. Si el Espíritu Santo es al alma, la comida, el tetero o la leche materna es al cuerpo, y esto no se pone en duda, en cuestión, ni nos vamos con esos argumentos falaces y engañosos por demás, que dicen, que él se bautice cuando grande, porque igual podrás decir entonces, que él coma cuando grande y que tome su decisión. ¡Qué absurdo en el que caemos! Pero pasemos al evangelio de hoy, donde dicen los discípulos a Jesús: “Que ahora sienten que Él habla claramente, no usa comparaciones, que ahora sienten que Él verdaderamente ha venido y ha salido de Dios”. Jesús, con alguna ironía, y antes de empezar el discurso de la llamada oración sacerdotal o discurso de despedida, donde intercede ante el Padre Dios por los suyos, Jesús les dirá: “¿Pues ahora me creen?, quiero decirles que ya ha llegado la hora, en que muchos de ustedes se van a dispersar a un lado y al otro, y a mí me dejarán solo”, anunciando un poco el abandono de sus discípulos, cuando es capturado con intrigas por un comando de la guardia romana, acompañados por Judas y algunos seguidores del sumo sacerdote. Pero Jesús a renglón seguido afirmará: “No estoy solo, porque conmigo está el Padre”. Cuando sientas que en tu vida algunos te abandonan, cuando le has dado demasiada importancia a una persona, cuando la has vuelto casi un ídolo, un pequeño dios en tu vida, ese cónyuge y descubres que te traiciona, que ha dejado de amarte, te pide el divorcio. Cuando esa hija o ese hijo por el que has entregado tu vida, decide irse de la casa a estudiar, a trabajar a otro país, no te sientas morir, la culpa tal vez es tuya, porque endiosaste a quien no es Dios: tu pareja, un hijo, un jefe, un amigo, una amiga. Todos siguiendo la suerte de Jesús, hoy estamos acompañados, mañana no lo sabemos. Pero Jesús nos ratifica una idea, que nos pone a reflexionar y nos consuela a todos: “Él no está solo porque con Él está el Padre de los Cielos” y podemos aplicarlo a nuestra vida y decir, no estamos solos en lo humano, porque Cristo está con nosotros. Concluirá el evangelio de hoy diciendo, que Jesús nos anuncia la hora y los momentos difíciles en el inmediato futuro que van a suceder, para que no nos alarmemos, para que estemos preparados. Y concluirá con una frase que se aplica a toda la humanidad en distintos momentos de su vida, la expresión con la que termina el evangelio hoy dice así: “En el mundo tendréis luchas, pero tened valor, Yo he vencido al mundo”. Hoy siente esa verdad, a veces te dices a ti mismo: me he cansado de batallar con mi sacerdocio, mi matrimonio, mi empresa, mi vida, la formación y educación de mis hijos; pero en un creyente no hay la palabra cansarse, no hay la palabra abandonar, no hay la palabra rendirse, porque el creyente más allá de las luchas, está llamado al coraje como nos dice Jesús: “Tened valor”, y al final concluirá con una expresión lapidaria: “Yo he vencido al mundo”. Es la victoria de la cruz, y sólo la victoria de la cruz, la que nos permite vencer el mal del mundo. Hoy no te entristezcas, y cuando sientas que esa cruz pesa en tu vida, no te amilanes, no te desconciertes que es parte del seguimiento de Jesús y abrazando la cruz de la enfermedad, de la soledad, del abandono de los tuyos, de la ingratitud de los cercanos a quienes siempre te entregaste y serviste, abrazando esa cruz, mueres a ti mismo y muriendo a ti mismo encuentras la vida en plenitud en Dios. Es la gran paradoja de la vida cristiana y la gran dinámica pascual, es el gran secreto de la cruz, es la sabiduría escondida para los sabios del mundo, pero revelada, revelada a los simples y sencillos de corazón. Que el Señor, que conoce como nadie tu vida, te bendiga abundantemente en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. | |
| dc.description.abstract | REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 16, 29-33 Lectura del día de hoy Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 19, 1-8 Mientras Apolo estaba en Corinto, Pablo atravesó la meseta y llegó a Éfeso. Allí encontró unos discípulos y les preguntó: «¿Ustedes recibieron el Espíritu Santo al aceptar la fe?». Contestaron: «Ni siquiera hemos oído hablar de un Espíritu Santo». Él les dijo: «Entonces, ¿qué bautismo han recibido?». Respondieron: «El bautismo de Juan». Pablo les dijo: «Juan bautizó con un bautismo de conversión, diciendo al pueblo que creyeran en el que iba a venir después de él, es decir, en Jesús». Al oír esto, se bautizaron en el Nombre del Señor Jesús; cuando Pablo les impuso las manos, vino sobre ellos el Espíritu Santo, y se pusieron a hablar en lenguas extrañas y a profetizar. Eran en total unos doce hombres. Pablo fue a la sinagoga y durante tres meses hablaba con toda libertad del Reino de Dios, dialogando con ellos y tratando de persuadirlos. V/. «Palabra de Dios». R/. «Te alabamos Señor». Salmo del día de hoy Salmo 68 (67), 2-3. 4-5ac. 6-7ab R/. Reyes de la tierra, canten a Dios. Se levanta Dios, y se dispersan sus enemigos, huyen de su Presencia los que lo odian; como el humo se disipa, se disipan ellos; como se derrite la cera ante el fuego, así perecen los impíos ante Dios. R/. En cambio, los justos se alegran, gozan en la Presencia de Dios, rebosando de alegría. Canten a Dios, toquen a su Nombre; su Nombre es el Señor. R/. Padre de huérfanos, protector de viudas, Dios vive en su santa morada. Dios prepara casa a los desvalidos, libera a los cautivos y los enriquece. R/. Evangelio del día de hoy Lectura del santo Evangelio según San Juan 16, 29-33 En aquel tiempo, los discípulos dijeron a Jesús: «Ahora sí que hablas claro y no usas comparaciones. Ahora vemos que lo sabes todo y no necesitas que te pregunten; por ello creemos que has salido de Dios». Les contestó Jesús: «¿Ahora creen? Pues miren: está para llegar la hora, mejor, ya ha llegado, en que se dispersen cada cual por su lado y a mí me dejen solo. Pero no estoy solo, porque está conmigo el Padre. Les he hablado de esto, para que encuentren la paz en mí. En el mundo tendrán luchas; pero tengan valor: yo he vencido al mundo». Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús. | |
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| dc.subject | Abandonos humanos | |
| dc.subject | Abrazar la cruz | |
| dc.subject | Amor | |
| dc.subject | Compañía | |
| dc.subject | Cristo está contigo | |
| dc.subject | Cruz | |
| dc.subject | Dios | |
| dc.subject | Luchas | |
| dc.subject | Morir a uno mismo | |
| dc.subject | Tener valor | |
| dc.subject | Vida en plenitud | |
| dc.subject | Biblia | |
| dc.subject | Evangelio | |
| dc.title | ¡Yo he vencido al mundo! | |
| dc.title.alternative | Compañía de Dios |
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