¡Su tristeza se convertira en alegría!
dc.contributor.author | Fundación Amén Comunicaciones | |
dc.date.accessioned | 2024-04-11T15:42:53Z | |
dc.date.available | 2024-04-11T15:42:53Z | |
dc.date.issued | 2023-05-18 | |
dc.description | TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Continuamos con la lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles. Pablo un poco desencantado del poco fruto que sacó de su visita a la ciudad de Atenas, capital del que fuera en otrora, (en otro tiempo), el gran imperio griego, se dirige al puerto de Corinto, allí se encuentra con un par de judíos amigos, Aquila y su esposa Priscila, queriendo evangelizar a los suyos, se dirige a ellos, pero como dice el viejo adagio: “No hay cuña que más apriete que la del propio palo”. Por eso, la mayor oposición que encontró Pablo para la predicación del evangelio de Jesús, fue entre sus coterráneos, sus connacionales, los judíos. Nos dirá en efecto, el libro de Hechos de los Apóstoles en el capítulo 18, que Pablo dedicado enteramente a predicar, daba testimonio ante los judíos de que Jesús era el Cristo, el Mesías, el anunciado de siglos atrás por todos los profetas del antiguo testamento; sin embargo, los judíos se oponían con ferocidad al mensaje de Pablo y respondían con blasfemia; él, lejos de acobardarse, sacude sus vestidos y les dice una expresión por demás muy fuerte: “La sangre de ustedes judíos, recaiga sobre sus propias cabezas, yo soy inocente y desde ahora me voy a predicar a los gentiles”. Nos muestra este texto de Hechos de los Apóstoles que narra el cristianismo naciente, cómo un evangelizador de la talla de san Pablo, lejos de desanimarse con la oposición de algunos, lo que hace es reorientar radicalmente su misión, ya no dirigida al pueblo de Israel, el pueblo amado y elegido por Dios, sino a los llamados pueblos paganos, pueblos gentiles o pueblos y naciones que en principio no creen en el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob. Hoy, cuando sientas incomprensiones, dificultades, obstáculos para que otros reciban el mensaje que tú quieres dar sobre la vida de Jesús, y lo que ha hecho en tu propia vida, no te desanimes, no te apabulles, sacúdete como dice el texto evangélico, hasta el polvo de tus pies y reinicia tu anuncio, tu evangelización con otras personas que sí valoren el mensaje salvador del evangelio. Pero en esta misma línea podemos encontrar el evangelio de hoy, tomado del capítulo 16 de san Juan, cuando afirmará Jesús a sus discípulos: “Dentro de poco ya no me verán, pero dentro de otro poco me volverán a ver”, los discípulos no entienden, de hecho discuten entre sí, qué significará esa expresión: “Dentro de poco ya no me verán y dentro de otro poco me volverán a ver”; Jesús está preanunciando que con su muerte por algunos días dejarán de verlo sus discípulos, pero luego con su gloriosa resurrección, y sucesivas apariciones volverán a verlo; ellos, los discípulos cortos de entendimiento se confunden y vuelven a preguntarse, ¿qué significa eso? y definitivamente no entienden lo que dice Jesús. Esta dificultad no ha sido sólo hace 2000 años, se da también en el siglo XXI, cuando los papás a sus hijos, cuando un profesor de religión a sus alumnos, cuando un sacerdote a sus feligreses, cuando un líder católico laico quiere hablar, algunos que asisten a sus reuniones, y encontramos hoy en un mundo absorbido por la materia, por la superficialidad de los mensajes y por el fin último de la vida fundamentado en el goce de los sentidos. Hoy el hombre experimenta grandes dificultades para entender el mensaje trascendente y trascendental de Jesús, que la vida del hombre no acaba con la muerte, que la vida más plena está sólo con Dios más allá de la muerte, y que Jesús un hombre sencillo, un judío marginal, se dejó crucificar para ser resucitado por el Padre Dios y ofrendando y absorbiendo todo el pecado de la humanidad, hemos sido redimidos, hemos sido liberados de las ataduras interiores, de las esclavitudes espirituales o pecados que hay en nosotros. Pero también en un segundo momento podemos entender, esa dinámica de ausencia, presencia; Cristo se ausenta de esta vida terrenal, pero se hace presente como una realidad, como un cuerpo glorioso que en principio no reconoce la Magdalena o no reconocen los discípulos de Emaús, o no reconocen los mismos discípulos en general, que creen ver en Jesús un fantasma, pero Él les dice: “Ánimo, no soy un fantasma, palpen las heridas de mis manos y de mis pies, vengo a comer con ustedes pan y pescado, miren que tengo carne y hueso y no soy un fantasma”, Jesús se hace cercano a ellos. Finalmente, en un tercer mensaje, nos presentará el evangelio de hoy esa dinámica de tristeza y de lágrimas cuando dirá a sus discípulos: “En verdad, en verdad les digo, ustedes llorarán y se lamentarán mientras el mundo estará alegre”. Claro, la tristeza y el desconcierto de los discípulos que iban mirando a Jesús como un Mesías liberador, es grande cuando ven aparentemente, aparentemente, lo repetimos, el fracaso por su aprensión, por un juicio judicial injusto y amañado, y por su crucifixión llena de crueldad y humillación. Pero luego dice Jesús, aunque el mundo y los hombres de su tiempo se alegraron, ustedes también se alegrarán, hablando de alguna manera de su próxima resurrección y de la venida del Espíritu Santo, y así su tristeza se convertirá en alegría. La pregunta hoy es esta, ¿sientes que Cristo se quedó crucificado hace 2000 años en el Gólgota? o, por el contrario, por tu fe viva ¿sientes que Cristo vive dentro de ti?, ¿sientes su paz, su amor, su alegría, su fortaleza, la libertad que sólo Él nos puede dar interiormente? Descubramos esta realidad y reconozcamos que, si Jesús vive en nosotros, nuestras tristezas se convertirán en alegría. Que el Señor, rico en misericordia, te guie a la verdad más profunda de tu ser y te bendiga en este día, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. | |
dc.description.abstract | REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 16, 16-20 Lectura del día de hoy Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 18, 1-8 En aquellos días, Pablo dejó Atenas y se fue a Corinto. Allí encontró a un tal Aquila, judío natural del Ponto, y a su mujer Priscila; habían llegado hacía poco de Italia, porque Claudio había decretado que todos los judíos abandonaran Roma. Se juntó con ellos y, como ejercía el mismo oficio, se quedó a trabajar en su casa; eran tejedores de lona. Todos los sábados discutía en la sinagoga, esforzándose por convencer a judíos y griegos. Cuando Silas y Timoteo bajaron de Macedonia, Pablo se dedicó enteramente a predicar, sosteniendo ante los judíos que Jesús es el Mesías. Como ellos se oponían y respondían con insultos, Pablo se sacudió la ropa y les dijo: «Ustedes son responsables de lo que les ocurra, yo no tengo culpa. En adelante me voy con los gentiles». Se marchó de allí y se fue a casa de Ticio Justo, hombre temeroso de Dios, que vivía al lado de la sinagoga. Crispo, el jefe de la sinagoga, creyó en el Señor con toda su familia; también otros muchos corintios que escuchaban creían y se bautizaban. V/. «Palabra de Dios». R/. «Te alabamos Señor». Salmo del día de hoy Salmo 98 (97) R/. El Señor revela a las naciones su victoria. Canten al Señor un cántico nuevo, porque ha hecho maravillas: su diestra le ha dado la victoria, su santo brazo. R/. El Señor da a conocer su victoria, revela a las naciones su justicia: se acordó de su misericordia y su fidelidad en favor de la casa de Israel. R/. Los confines de la tierra han contemplado la victoria de nuestro Dios. Aclama al Señor, tierra entera; grita, vitorea, toca. R/. Evangelio del día de hoy Lectura del Santo Evangelio según San Juan 16, 16-20 En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Dentro de poco ya no me verán, pero poco más tarde me volverán a ver». Comentaron entonces algunos discípulos: «¿Qué significa eso de “dentro de poco ya no me verán, pero poco más tarde me volverán a ver”, y eso de “me voy con el Padre”?» Y se preguntaban: «¿Qué significa ese “poco”? No entendemos lo que dice». Comprendió Jesús que querían preguntarle y les dijo: «¿Están discutiendo de eso que les he dicho: “Dentro de poco ya no me verán, pero poco más tarde me volverán a ver”? Pues sí, les aseguro que llorarán y se lamentarán ustedes, mientras el mundo estará alegre; ustedes estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría». Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús. | |
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dc.subject | Ataduras interiores | |
dc.subject | Crucificado | |
dc.subject | Esclavitudes espirituales | |
dc.subject | Jesús | |
dc.subject | Muerte | |
dc.subject | Padre Dios | |
dc.subject | Perdón de los pecados | |
dc.subject | Resurrección | |
dc.subject | Verdad | |
dc.subject | Vida | |
dc.subject | Biblia | |
dc.subject | Evangelio | |
dc.title | ¡Su tristeza se convertira en alegría! | |
dc.title.alternative | ¡Estarán tristes, pero su tristeza se convertirá en alegría! |
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