¡Aqui estoy Señor para hacer tu voluntad!
| dc.contributor.author | Fundación Amén Cominicaciones | |
| dc.date.accessioned | 2024-01-15T15:53:07Z | |
| dc.date.available | 2024-01-15T15:53:07Z | |
| dc.date.issued | 2024-01-14 | |
| dc.description | TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES En el puro inicio del tiempo litúrgico del nuevo año, encontramos unos preciosos textos bíblicos, que nos invitan a descubrir, que la llamada de Dios por nosotros es permanente y que sin embargo, tenemos dificultades, confusiones, para conocer y reconocer esa llamada permanente de Dios. Lo encontramos en la primera lectura del primer libro de Samuel, cuando precisamente el niño que ayudaba en el templo de Jerusalén escucha no una, sino tres veces, cómo el buen Dios le llama. El niño, creyendo dar una pronta respuesta al anciano Elí, que pensaba que era el que le llamaba, se presentaba ante él, pero él le decía: “No soy yo quien te ha llamado en medio de la noche, vuelve a acostarte”. Sólo en la tercera vez u ocasión, en que se siente llamado, interpelado por una voz misteriosa, Elí con sabiduría, comprendió que era Dios quien llamaba al joven Samuel y le dice: “Vete, acuéstate de nuevo, y si alguien te llama respóndele, habla Señor, que tu siervo escucha”. En el fondo es un modelo de respuesta, para ti y para mí, en el nuevo año que iniciamos. Frente a los acontecimientos del mundo, frente a un año dramático que hemos dejado hace pocos días, frente a las nuevas circunstancias laborales, de salud, familiares y económicas con la que inicies este nuevo año, di como el niño Samuel: “Habla Señor, que tu siervo escucha”. Déjate guiar por personas espirituales, que te señalen el camino como lo hizo el sabio Elí con el niño Samuel. Pero también lo encontramos perfectamente identificado en el evangelio de hoy, cuando dos discípulos de Juan el Bautista, hablando con él, escuchan la expresión donde señala a Jesús como ¡el Cordero de Dios, la ofrenda de Dios, el regalo de Dios para la humanidad!. Ante esta presentación de Juan el Bautista, los discípulos sienten interés por Jesús, se acercan a Él, lo llaman con el título de Rabí, Maestro, le preguntan, ¿dónde vive?, y Él les responde: “Vengan conmigo y lo verán”. Y nos dice el evangelista san Juan, que estos dos discípulos fueron, vieron donde vivía Jesús y se quedaron con Él. Hoy te invito, para que escuchando la voz de tus papás, de un buen sacerdote, de un amigo, de una persona espiritual, te dejes conducir hacia el encuentro con Dios. Lo hizo el niñito Samuel con Elí, lo hicieron los dos discípulos atendiendo la sugerencia de Juan el Bautista, y lo hicieron también Andrés y Simón Pedro. Curiosamente, Pedro, siendo un líder entre los apóstoles, no fue el primero en conocer, en encontrarse con Jesús, sino que fue presentado por su hermano Andrés. Hoy te invito, para que hagas seguimiento de Jesús, a lo largo de los días de este nuevo año y a través de reflexiones digitales, ojalá a través de tu Eucaristía frecuente, de tu oración diaria de cada día, frente a un sencillo altar, aprendas a decirle al Señor, habla buen Dios que tu siervo escucha. No puede ser más elocuente, la respuesta que como asamblea litúrgica hoy nos propone el salmo responsorial, que es todo un proyecto de vida, cuando decimos: “Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad”. No hemos venido a esta tierra para hacer nuestro capricho, para hacer nuestras acciones voluntaristas y a veces ciegas e insensatas, hemos venido a esta tierra, para cumplir la voluntad de Dios, en el entendido claro, de que la voluntad de Dios que nos ama y es sabio, será lo mejor, exclusivamente lo mejor y más grande para nuestra vida. Cerremos nuestra reflexión, haciendo oración con este precioso salmo que nos presenta la liturgia y digamos: “Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad. Yo esperaba con ansia al Señor, Él se inclinó y escuchó mi grito, me puso en la boca un cántico nuevo, un himno a nuestro Dios. Entonces yo digo, aquí estoy, como está escrito en mi libro, para hacer tu voluntad Dios mío, lo quiero y llevo tu ley en mis entrañas. He proclamado tu salvación ante la gran asamblea, no he cerrado los labios, Señor, tú lo sabes”. Amigos, frente a todos los acontecimientos de este nuevo año, muchos de los cuales desconocemos o ni siquiera imaginamos, recuerda hoy esta respuesta preciosa del salmo y dila cada día de este año con poderosa fe: “Aquí estoy Señor, para hacer tu voluntad”. Que el buen Dios te bendiga en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén. | |
| dc.description.abstract | REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 1, 35-42 En aquel tiempo, estaba Juan con dos de sus discípulos y, fijándose en Jesús que pasaba, dice: «Este es el Cordero de Dios». Los dos discípulos oyeron sus palabras y siguieron a Jesús. Jesús se volvió y, al ver que lo seguían, les pregunta: «¿Qué buscan?». Ellos le contestaron: «Rabí (que significa Maestro), ¿dónde vives?». Él les dijo: «Vengan y vean». Entonces fueron, vieron dónde vivía y se quedaron con Él aquel día; era como la hora décima. Andrés, hermano de Simón Pedro, era uno de los dos que oyeron a Juan y siguieron a Jesús; encuentra primero a su hermano Simón y le dice: «Hemos encontrado al Mesías (que significa Cristo)». Y lo llevó a Jesús. Jesús se le quedó mirando y le dijo: «Tú eres Simón, el hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce: Pedro)». Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús. | |
| dc.identifier.uri | http://72.167.44.240:4000/handle/123456789/246 | |
| dc.identifier.uri | https://drive.google.com/file/d/1OO48DYwv1bBRsy1GaI4kk6ETdOOKd9cK/view?usp=drive_link | |
| dc.subject | Habla señor que tu siervo escucha | |
| dc.subject | Hacer la voluntad de Dios | |
| dc.subject | Ven conmigo y lo verás | |
| dc.subject | Biblia | |
| dc.subject | Evangelio | |
| dc.title | ¡Aqui estoy Señor para hacer tu voluntad! | |
| dc.title.alternative | La voz de Dios |
Files
License bundle
1 - 1 of 1
No Thumbnail Available
- Name:
- license.txt
- Size:
- 1.71 KB
- Format:
- Item-specific license agreed to upon submission
- Description: