¡Casa de oración!
| dc.contributor.author | Fundación Amén Cominicaciones | |
| dc.date.accessioned | 2023-12-01T23:01:20Z | |
| dc.date.available | 2023-12-01T23:01:20Z | |
| dc.date.issued | 2023-11-24 | |
| dc.description | TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES La Iglesia hoy hace memoria litúrgica, de san Andrés Dung Lac y 117 mártires vietnamitas, que ofrendaron su vida por la evangelización en este lejano país, Vietnam, en el siglo XVI. Gloria a Dios por aquellos hombres que no pusieron por delante sus vidas, antes de la misión de evangelizar y de anunciar a Jesús en nuevas latitudes. Pero hablemos del evangelio que nos ocupa en este día. Jesús con gran celo por el templo de Jerusalén, afirmará a aquellos vendedores y cambistas de monedas: “Mi casa, mi templo es casa de oración, pero ustedes la han convertido en cueva de bandidos”. Hoy preguntemos cuáles son los lugares que de manera privilegiada, nosotros reconocemos como espacios de encuentro con Dios, espacios de oración. Señalamos un primero, el cuerpo humano. Somos templos vivos del espíritu, este cuerpo está llamado a ser respetado, valorado, cuidado, y a partir de él, aprender a ser relación, encuentro amoroso con el Padre Dios. En un segundo lugar, el hermano, el otro, es casa de oración, es lugar de encuentro humano. No podemos maltratar a otra persona, llamarla o determinar que sea objetivo militar en nuestra vida, declararla nuestra adversaria o enemiga. Ese otro es mi hermano, no es mi adversario, allí vive el Espíritu de Dios y es ocasión propicia también para construir relaciones espirituales, relaciones de trascendencia, a partir de la relación humana con nuestros semejantes. Un tercer lugar que es espacio de oración, es la cotidianidad, los episodios, las circunstancias de cada día. Descubre en los momentos luminosos y también en los oscuros de tu vida, espacios para orar a Dios, llamándote a ti mismo a la confianza y al abandono en el Señor, que no deja de amarte, no deja de preocuparse con solicitud y amor por ti. Reconoce que en cada circunstancia de la vida, lejos de pensar que Dios te abandona, allí hay una pedagogía, una enseñanza, un mensaje, donde Dios desde esa adversidad afectiva, económica o de otra realidad, te corrige y te invita a renovar la vida, y sobre todo, a renovar la confianza en el amor de Dios. En cuarto lugar, descubre en el lugar donde vives, tu casa o apartamento, tu habitación, aquí es donde el Señor te invita a cerrar la puerta y a orar al Padre Dios, o descubre también en tu lugar de trabajo, la oficina, el almacén, la calle, un espacio para orar a Dios, para dialogar con Él, para encontrarte con su amor, para recibir de su mensaje luz y sabiduría. No pensemos que la casa de Dios está solamente en un lugar particular, es el cuerpo humano, es el hermano presente o cercano a nosotros, es precisamente la cotidianidad y sus circunstancias particulares y es nuestro lugar de trabajo o casa donde residimos, lugares especiales donde nos podemos encontrar con Dios. Pero esto no nos impide desechar o dejar de reconocer un quinto y privilegiado lugar de encuentro con Dios. Jesús hablaba del templo de Jerusalén y hoy hablemos de nuestros templos parroquiales, hablemos de aquellas capillas en monasterios, en conventos u oratorios donde nosotros reconocemos la presencia privilegiada de Jesús en la Eucaristía. Allí somos invitados a la oración, recordando la famosa expresión de santa Teresita del Niño Jesús cuando afirmaba: “Para mí, la oración es un impulso del corazón, una sencilla mirada lanzada al cielo, un grito de reconocimiento y de amor, tanto desde dentro de la prueba, como desde dentro de la alegría”. Pero también con el gran padre de la Iglesia, san Juan Damasceno, afirmamos que: “La oración, es la elevación del alma a Dios”; o también con san Agustín diremos que: “La humildad del corazón, es la base de toda auténtica oración, el hombre es un mendigo de Dios, un necesitado de Dios”, y concluirá diciendo san Agustín, que: “La oración es el encuentro de la sed de Dios y de la sed del hombre”, y afirmará: “Dios tiene sed, de que el hombre tenga sed de Él”. Hoy en el lugar en donde te encuentres, contigo mismo en intimidad, con un hermano en la casa, un hermano en la calle, en el trabajo, también en los episodios cotidianos, en tu lugar donde laboras, tu oficina o en el lugar donde vives, y finalmente, en el templo parroquial, reconoce como Jesús es casa de oración, es espacio para el encuentro con Dios. No dejes que el atafago de la vida, las angustias, los compromisos laborales, económicos, de relaciones humanas y familiares, te ahoguen para el encuentro más importante que debes tener cada día, el espacio de intimidad con el amor total de Dios. Que el Señor te ayude a ser una persona de oración, de vida interior y que te bendiga abundantemente en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. | |
| dc.description.abstract | REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Lucas 19, 45-48 Lectura del día de hoy Del primer libro de los Macabeos 4, 36-37.52-59 En aquellos días, Judas y sus hermanos propusieron: Ahora que tenemos derrotado al enemigo, subamos a purificar y consagrar el templo. Se reunió toda la tropa, y subieron al monte Sión. El día cinco del mes noveno (Casléu), todos madrugaron para ofrecer un sacrificio, según la ley, en el altar de los holocaustos que habían reconstruido. En el aniversario del día en que lo habían destruido los gentiles, lo volvieron a consagrar, cantando himnos y tocando cítaras, laúdes y timbales. Todo el pueblo se postró en tierra adorando y alabando a Dios, que les había dado éxito. Durante ocho días celebraron la consagración, ofreciendo con alegría holocaustos y sacrificios de comunión y de alabanza. Decoraron la fachada del templo con coronas de oro y escudos. Consagraron también el portal y las habitaciones, poniéndoles puertas. El pueblo celebró una gran fiesta, que canceló la profanación de los gentiles. judas, con sus hermanos y toda la asamblea de Israel, determinó que se conmemorara anualmente la nueva consagración del altar con solemnes festejos, durante ocho días a partir del veinticinco de Casléu. Palabra de Dios, te alabamos Señor Salmo del día de hoy Salmo: Alabamos, Señor, tu nombre glorioso. Dios de nuestro padre Israel, por los siglos de los siglos. Alabamos, Señor, tu nombre glorioso. Tuyos son, Señor, la grandeza y el poder, la gloria, el esplendor, la majestad, porque tuyo es cuanto hay en cielo y tierra. Alabamos, Señor, tu nombre glorioso. Tú eres Rey y soberano de todo: de ti viene la riqueza y la gloria. Alabamos, Señor, tu nombre glorioso. Tú eres el Señor del universo, en tu mano está el poder y la fuerza, tú engrandeces y confortas a todos. Alabamos, Señor, tu nombre glorioso. Evangelio del día de hoy Del santo Evangelio según san Lucas 19, 45-48 En aquel tiempo, entró Jesús en el templo y se puso a echar a los vendedores, diciéndoles: -Escrito está: «Mi casa es casa de oración»; pero vosotros la habéis convertido en una «cueva de bandidos». Todos los días enseñaba en el templo. Los sumos sacerdotes, los letrados y los senadores del pueblo intentaban quitarlo de en medio; pero se dieron cuenta de que no podían hacer nada, porque el pueblo entero estaba pendiente de sus labios. Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús | |
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| dc.subject | Cotidianidad | |
| dc.subject | Cuerpo | |
| dc.subject | Episodios | |
| dc.subject | Hermano | |
| dc.subject | Lugares de oración | |
| dc.subject | Lugar de encuentro | |
| dc.subject | Templo del Espiritusanto | |
| dc.subject | Circunstancias | |
| dc.subject | Biblia | |
| dc.subject | Evangelio | |
| dc.title | ¡Casa de oración! | |
| dc.title.alternative | Oración |
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