¿Por qué lloras? ¿Qué buscas?
Date
2025-04-22
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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
San Juan 20, 11-18
Lecturas del día de Hoy:
Primera Lectura: del libro de los Hechos de los Apóstoles 2, 14a. 36-41
El día de Pentecostés, decía Pedro a los judíos: Con toda seguridad conozca toda la casa de Israel que al mismo Jesús, a quien ustedes crucificaron, Dios lo ha constituido Señor y Mesías. Al oír esto, se les traspasó el corazón, y preguntaron a Pedro y a los demás apóstoles: ¿Qué tenemos que hacer, hermanos?
Pedro les contestó: Conviértanse y sea bautizado cada uno de ustedes en el Nombre de Jesús, el Mesías, para perdón de sus pecados, y recibirán el don del Espíritu Santo. Porque la promesa vale para ustedes y para sus hijos, y para los que están lejos, para cuantos llamare así el Señor Dios nuestro. Con estas y otras muchas razones dio testimonio y los exhortaba diciendo: Sálvense de esta generación perversa. Los que aceptaron sus palabras se bautizaron, y aquel día fueron agregadas unas tres mil personas.
Palabra de Dios. Te alabamos Señor.
Salmo de Hoy:
Salmo 33(32), 4-5. 18-19. 20 y 22
La misericordia del Señor llena la tierra.
La Palabra del Señor es sincera,
y todas sus acciones son leales;
Él ama la justicia y el derecho,
y su misericordia llena la tierra.
La misericordia del Señor llena la tierra.
Los ojos del Señor están puestos en quién le teme,
en los que esperan su misericordia,
para librar sus vidas de la muerte
y reanimarlos en tiempo de hambre.
La misericordia del Señor llena la tierra.
Nosotros esperamos en el Señor:
Él es nuestro auxilio y escudo.
Que tu misericordia, Señor, venga sobre nosotros,
como lo esperamos de ti.
La misericordia del Señor llena la tierra.
Evangelio de Hoy:
Lectura del Santo Evangelio según San Juan 20, 11-18
En aquel tiempo, estaba María fuera, junto al sepulcro, llorando. Mientras lloraba, se asomó al sepulcro y vio dos ángeles vestidos de blanco, sentados, uno a la cabecera y otro a los pies, donde había estado el Cuerpo de Jesús. Ellos le preguntan: Mujer, ¿por qué lloras? Ella les contesta: Porque se han llevado a mi Señor y no sé dónde lo han puesto. Dicho esto, se vuelve y ve a Jesús, de pie, pero no sabía que era Jesús. Jesús le dice: Mujer, ¿por qué lloras?, ¿a quién buscas? Ella, tomándolo por el hortelano, le contesta: Señor, si tú te lo has llevado, dime dónde lo has puesto y yo lo recogeré. Jesús le dice: ¡María! Ella se vuelve y le dice: ¡Rabboní!, que significa:¡Maestro!, Jesús le dice: No me retengas, que todavía no he subido al Padre. Pero, anda, ve a mis hermanos y diles: “Subo al Padre mío y Padre de ustedes, al Dios mío y Dios de ustedes”. María Magdalena fue y anunció a los discípulos: He visto al Señor y ha dicho esto.
Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
En este segundo día de Pascua después del gran Domingo de Resurrección, encontramos este hermoso y sugestivo encuentro de Jesús Resucitado manifestado a María Magdalena, no en vano ella es llamada “apóstol de los apóstoles”. Es que fue la primera en descubrir la tumba vacía, pero también es la primera mujer en ser encontrada por el Señor Resucitado y es a la vez la primera en dar una noticia diferente y además impactante: “He visto al Señor”. Ella es la encargada de comunicar a los apóstoles la gran noticia de que la vida puede ser distinta y que la muerte ha sido vencida con su dolor, con su poder y tragedia por la nueva vida que nos anuncia y vive el mismo Jesucristo.
Pero encontramos dos expresiones profundamente existenciales y si se quiere profundamente pascuales, si las deseamos leer en esta línea.
La primera es la pregunta de Jesús a la Magdalena sin que ella lo reconozca todavía: “¿Mujer por qué lloras?”. Hoy se te dirige esta pregunta a ti: ¿por qué sufres?, ¿qué te lastima en la vida?; ¿acaso no he Resucitado Yo?, ¿acaso no acompaño tu caminar en la existencia?, ¿por qué tienes dudas?, ¿cómo vives si yo no hubiera Resucitado y no estuviera a tu lado? Siente la vida nueva que te comunico, no hay sufrimiento, no hay motivo de lágrimas grande en esta tierra que de tal manera sea superior a la experiencia de sentir la vida plena que Yo, Cristo Resucitado quiero comunicarte. Muy en el fondo es la primera expresión que quisiéramos acotar, sobre este encuentro de la Magdalena con Jesús Resucitado. Pero ella es prototipo de humanidad, y a ti te dice, ¿hoy que te angustia?, ¿qué te preocupa?, ¿qué te hace sufrir?, ¿por qué lloras?, ¿por qué te sientes herido?; ¿acaso mi Resurrección no ha sanado tus heridas?, ¿acaso mi Resurrección no te da esperanza de una vida mejor?, ¿acaso mi Resurrección no es garantía del triunfo del bien sobre el mal y de la verdad sobre la mentira?, ¿de la justicia sobre la injusticia y opresión? Cree esta verdad y reconoce, reconoce en tu vida por primera vez quizás, que Jesús Resucitado mora en ti.
Pero hay una segunda expresión también muy existencial, Jesús pregunta a Magdalena: “¿Qué buscas?” Es que somos eternos buscadores de felicidad, eternos buscadores de sentido y de plenitud para nuestra vida, pero quizás buscas en el lugar equivocado. ¿Había confundido a Jesús con el cultivador del huerto o el hortelano?, solamente, solamente cuando uno es capaz de centrarse en quién es el esencial de la vida personal, Cristo, esa búsqueda terminará, de lo contrario serás a lo largo de tu existencia un eterno buscador del amor de Dios en el amor de las criaturas humanas, de la alegría de Dios en las alegrías del mundo y de la paz de Dios en los falsos descansos de esta tierra. Solo Dios da verdaderamente amor, alegría, paz, esperanza como ninguna otra realidad creada la puede ofrecer o dar. Solo cuando Jesús llama a esta mujer por su nombre: “María” personalizando el encuentro con ella, ella le llamará “Rabboni, Maestro”, se abalanza sobre Él, pero Él glorificado le da la misión: “No me busques, no me abraces, no me toques; no he subido a mi Padre y vuestro Padre, a mi Dios y vuestro Dios”. Es el hombre glorificado que en esa fusión de su Pasión, Muerte, Resurrección y Ascensión a los cielos nos señala un camino que debemos de recorrer todos.
Que el Señor te bendiga en este día. En el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Keywords
Camino, Encuentro, Esperanza, Existencia, María Magdalena, Pascua, Pregustas, ¿Por qué sufres?, ¿Qué te lastima en la vida?, Respuestas de Jesús, Resurrección, San Juan, Biblia, Evangelio