¡Tanto amó Dios al Mundo!

dc.contributor.authorFundación Amén Comunicaciones
dc.date.accessioned2024-04-03T17:58:00Z
dc.date.available2024-04-03T17:58:00Z
dc.date.issued2023-04-19
dc.descriptionTRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Nos dice el evangelio de San Juan: “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Hijo único, para que no perezca ninguno de los que creen en Él, sino que tengan vida eterna”. Esta sola expresión de San Juan “Tanto amó Dios al mundo”, podría ser un tema de meditación de un retiro espiritual de un mes; es que si contemplas con detenimiento tu vida, tu historia, los episodios que has afrontado a lo largo de tu existencia, descubrirás que en ellos siempre ha estado de manera transversal el amor fecundo, el amor inmenso, el amor gratuito de Dios. Si miramos la historia del mundo descubrimos, que tanto amó Dios al mundo, que creó el cosmos, la naturaleza, el tiempo y la alternancia de días y noches para evitar el tedio de la vida y crea su obra máxima el hombre y ¡vio Dios que era muy bueno! Tanto amó Dios al mundo que nos libera y nos muestra a partir de la liberación del pueblo elegido Israel, de la esclavitud en Egipto, lo que es un arquetipo de nuestra liberación personal del pecado. Tanto amó Dios al mundo que nos da una alianza, un pacto, un nuevo convenio, una primera alianza en el Sinaí, a través de Moisés y la entrega de las dos tablas de piedra con los Diez Mandamientos. Tanto amó Dios al mundo que nos exhorta, nos corrige, nos formula anuncios, buenas noticias a partir de los profetas que por siglos hablaron al pueblo de Israel y hoy nos siguen hablando a nosotros a través de las Escrituras. Tanto amó Dios al mundo, que nos envió a su Hijo único, lo más querido por Él, y no tuvo obstáculo en sacrificarlo martirialmente en la cruz, para alcanzar la salvación de todos los hombres, obteniendo el perdón de nuestros pecados. Tanto amó Dios al mundo, que nos envía el Espíritu Santo para que acompañe nuestro caminar en la vida y sea ese Maestro interior que nos guíe, nos ilumine y nos muestre cómo obrar en la verdad y en la paz. Tanto amó Dios al mundo que nos dejó como Madre dulcísima a María, esta gran intercesora que primero tuvo a Jesús en su corazón y luego lo gestó en su vientre; tanto amó Dios al mundo que nos dejó la Iglesia con los sacramentos portadores de vida, que nos hacen hijos de Dios el bautismo; que nos alimenta cotidianamente la Eucaristía, que nos obtiene la paz del corazón y el perdón de los pecados, el sacramento de la reconciliación; que nos da la fuerza del Espíritu Santo la confirmación; que bendice nuestro estado de vida en el matrimonio o el sacerdocio, haciendo los sacramentos y que nos acompaña en la hora postrera de nuestra vida, con la unción de los enfermos. Tanto amó Dios al mundo, que nos dejó su palabra escrita, que nos alimenta, y a ejemplo de los discípulos de Emaús, nos hace arder el corazón a veces hasta las lágrimas, reconociendo tanto amor gratuito de Dios, tanto amor incondicional a pesar de nuestras infidelidades; tanto amor sanador para las heridas que nosotros por el pecado, por ignorancia, por debilidad, hemos cometido o han cometido contra nosotros. Señor, que bella expresión la del comienzo del evangelio de hoy ¡Tanto nos ha amado Dios!, dilo de manera personal y en silencio dale gracias por tanto amor a tu vida. Que el Señor te bendiga en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
dc.description.abstractREFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 3, 16-21 Lectura del día de hoy Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 5, 17-26 En aquellos días, el sumo sacerdote y todos los suyos, que integran la secta de los saduceos, en un arrebato de celo, prendieron a los apóstoles y los metieron en la cárcel pública. Pero, por la noche, el ángel del Señor les abrió las puertas de la cárcel y los sacó, diciéndoles: Márchense y, cuando lleguen al templo, expliquen al pueblo todas estas palabras de vida. Entonces ellos, al oírlo, entraron en el templo al amanecer y se pusieron a enseñar. Llegó entre tanto el sumo sacerdote con todos los suyos, convocaron el Sanedrín y el pleno de los ancianos de los hijos de Israel, y mandaron a prisión para que los trajesen. Fueron los guardias, no los encontraron en la cárcel, y volvieron a informar, diciendo: Hemos encontrado la prisión cerrada con toda seguridad, y a los centinelas en pie a las puertas; pero, al abrir, no encontramos a nadie dentro. Al oír estas palabras, ni el jefe de la guardia del templo ni los sumos sacerdotes atinaban a explicarse qué había pasado. Uno se presentó, avisando: Miren, los hombres que ustedes metieron en la cárcel están en el templo, enseñando al pueblo. Entonces el jefe salió con los guardias y se los trajo, sin emplear la fuerza, por miedo a que el pueblo los apedrease. Palabra de Dios. Te alabamos Señor. Salmo del día de hoy Salmo 34 R/. El afligido invocó al Señor, y él lo escuchó. Bendigo al Señor en todo momento, su alabanza está siempre en mi boca; mi alma se gloría en el Señor: que los humildes lo escuchen y se alegren. R/. Proclamen conmigo la grandeza del Señor, ensalcemos juntos su nombre. Yo consulté al Señor, y me respondió, me libró de todas mis ansias. R/. Contémplenlo, y quedarán radiantes, su rostro no se avergonzará. El afligido invocó al Señor, él lo escuchó y lo salvó de sus angustias. R/. El ángel del Señor acampa en torno a quienes le temen y los protege. Gusten y vean qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a él. R/. Evangelio del día de hoy Lectura del santo Evangelio según san Juan 3, 16-21 Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su Unigénito, para que todo el que cree en él no perezca, sino que tenga vida eterna. Porque Dios no envió a su Hijo al mundo para juzgar al mundo, sino para que el mundo se salve por él. El que cree en él no será juzgado; el que no cree ya está juzgado, porque no ha creído en el nombre del Unigénito de Dios. Este es el juicio: que la luz vino al mundo, y los hombres prefirieron la tiniebla a la luz, porque sus obras eran malas. Pues todo el que obra el mal detesta la luz, y no se acerca a la luz, para no verse acusado por sus obras. En cambio, el que obra la verdad se acerca a la luz, para que se vea que sus obras están hechas según Dios. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús.
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dc.subjectAlinza
dc.subjectAmor de dios
dc.subjectConvenio
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dc.subjectEntrega
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dc.subjectBuena noticia
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dc.subjectBiblia
dc.subjectEvangelio
dc.title¡Tanto amó Dios al Mundo!
dc.title.alternativeEl amor de Dios
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