¡Enviados con poder!
dc.contributor.author | Fundación Amén Comunicaciones | |
dc.date.accessioned | 2024-05-14T18:00:44Z | |
dc.date.available | 2024-05-14T18:00:44Z | |
dc.date.issued | 2024-05-12 | |
dc.description | TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Justo una semana antes, de la gran Solemnidad de Pentecostés, celebramos la Solemnidad de la Ascensión del Señor a los cielos, y no podemos entender Pascua, Ascensión y Pentecostés, como celebraciones litúrgicas separadas, sino que todas hacen parte de una misma realidad, el paso de Jesús por nuestra vida, ¡la Pascua del Señor! desde su Pasión, crucifixión, muerte, resurrección, ascensión al cielo y envío del Espíritu Santo. Pero en este día, además la Iglesia en atención al evangelio que vamos a escuchar, se celebra la Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, la quincuagésima octava versión, con el tema Inteligencia Artificial y Sabiduría del corazón, por una comunicación plenamente humana. Pero el evangelio y las lecturas de hoy, nos hablan claramente del misterio de Jesús una vez resucitado, cómo da numerosas pruebas de que está vivo, apareciéndose durante más de 40 días a todos sus discípulos y hablándoles del reino de Dios. No solamente la primera lectura de Hechos de los Apóstoles, sino en la carta a los Efesios, se nos muestra como con fuerza poderosa por el Padre Dios, Él ha resucitado a Cristo de entre los muertos, luego sentándolo a su derecha en el cielo, y todo lo ha puesto bajo sus pies, y ha colocado a Cristo como cabeza de la iglesia, y la iglesia es su cuerpo, plenitud del que llena todo en todos. Pero a propósito del evangelio, cuando Jesús hace un envío misionero al grupo de los 11, (recuérdese que Judas se había suicidado) y después de enviarlos con poder a todas partes, nos habla de que Él asciende a los cielos y se oculta a los suyos para enviarles el Espíritu Santo. Aprendamos tres lecciones para nuestra vida. La primera, Cristo resucitado, Cristo glorificado, Cristo el Mesías, asciende al Padre de los cielos y nos muestra a cada uno de nosotros, hoy en esta solemnidad de la Ascensión del Señor al Cielo, que la meta última nuestra, no es quedarnos en un cementerio, en una osamenta, en un cenizario. Nuestra meta es ser glorificados como el Hijo y gozar de la gloria perpetua de amor y de paz con el Padre de los Cielos. ¡Qué misión tan alta!, ¡Qué meta más hermosa!, ¡Qué final más sublime para la vida!, cómo nos llena de esperanza, como eleva nuestro espíritu, como pone un punto muy alto a nuestra misión en el mundo, que no es simplemente nacer, crecer, madurar, reproducirnos, envejecernos, deteriorarnos y morirnos, eso que lo diga el no creyente, el ateo o el pagano. Pero tú y yo que somos creyentes, más allá de nacer, crecer, reproducirnos, madurar, envejecer, más allá de todo esto, no es la muerte el final de la vida, sino el comienzo de la verdadera y plena existencia en comunión de amor y de paz con el buen Dios. En un segundo momento entendemos, que Cristo glorificado, Cristo ascendido, Cristo resucitado, ha triunfado y no es ni mucho menos un fracasado en viernes Santo en la Cruz del Calvario, y así también nosotros queremos ascender con Jesús en nuestra vida, por la fuerza ascensional de la fe, de la esperanza y del amor, las llamadas virtudes teologales, porque puestas por Dios en nuestro corazón, nos llevan al encuentro definitivo con Dios. Hoy, cuando sientes desánimos, desesperanzas, decaimiento, depresión, por la fuerza de la fe, asciende espiritualmente y sábete, conócete y reconócete amado, sustentado, sostenido, por una fuerza más alta, la fuerza del Espíritu del Resucitado. Cuando sientas que las cosas en la vida no resultan como tu esperabas, cuando tus proyectos se caen de la noche a la mañana, cuando sientes que la vida ha perdido gusto y sentido, es el momento de la esperanza y reconocer, que Cristo resucitado y vencedor sobre la muerte, destruye todo poder del mal, la muerte en nosotros, y nos llenamos de esperanza. Todo mal humano es superado, si el mayor poder del mal, la muerte, ha sido vencido por la victoria de Cristo resucitado sobre ella, sobre la muerte. Pero también decimos en esa fuerza ascensional, ya no sólo de la fe, de la esperanza, sino también del amor, como decía san Agustín de Hipona: “Allí donde no hay amor, pon amor y encontrarás amor”. Te invito, para que en momentos de esterilidad y de sequedad interior, pongas amor en las relaciones áridas, estériles y vuelvas a reconocer fecundidad y cosecha en tu vida. El hombre es grande, no por su dinero, sino por su capacidad de amar. El hombre es grande no por sus conocimientos académicos, sino por su entrega oblativa a los demás. El hombre es grande, no por su imagen y reconocimiento social, sino porque él es habitado por Dios, al fin de cuentas, es imagen y semejanza de Dios, en lo profundo de su alma. Finalmente, en una tercera enseñanza de las lecturas bíblicas de hoy, encontramos el envío misionero que hace Jesús de los suyos a todo el mundo, a toda criatura y con todo el poder del Espíritu Santo. Por eso, no en vano al evangelio de hoy se le llama, “el evangelio de los todos” vayan a todas partes, a todas las criaturas, con todo el poder del Espíritu Santo. Y este poder se manifiesta en el don de lenguas nuevas, en la potencialidad para liberar del mal por el exorcismo, en la capacidad de vencer el veneno de las serpientes sin que nos haga daño, en la potencialidad para sanar y curar enfermedades por la imposición de las manos. Es un envío con autoridad, con exousia, para anunciar la Palabra de Dios y tocar corazones, cambiar vidas, renovar la forma de pensar y mirar que el mundo puede ser distinto. Hoy, cuando nuestra sociedad reclama más igualdad, más oportunidades, más empleo, más justicia social, el evangelio ya lo decía hace dos mil años, simplemente la diferencia entre los discursos políticos e ideológicos de hoy, es que hoy se reclama igualdad oponiendo a ricos y pobres, sembrando odios de clases, y el evangelio reclama igualdad, por la fuerza del amor que siembra justicia en los corazones. No es una diferencia tan pequeña, siempre el evangelio propondrá la justicia y la igualdad, pero por el camino no del odio, de la polarización, de la división, del resentimiento, de la amargura, sino por el camino del amor, la donación, la entrega a los demás, porque sintiendo la vida divina en nosotros, como dice Hechos de los Apóstoles, capítulo 4: “Somos en comunidad un solo corazón, una sola alma, y no tenemos nada propio porque la fuerza del amor, nos lleva a compartir alegre y generosamente con todos los demás”. Asciende, ascendamos en nuestra vida, fuimos llamados a volar alto como las águilas, no a tener vuelos bajos y ramplones como las gallinetas de corral, tú decides si quieres quedarte en la vida, recibiendo migajas del mundo o quieres volar y ascender alto, muy alto en la experiencia del amor de Dios y una experiencia de una comunidad nueva por la fuerza del amor. Y te bendigo en este día, en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. | |
dc.description.abstract | REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Marcos 16, 15-20 Primera lectura del día de hoy Primera Lectura Lectura del libro de los hechos de los Apóstoles (1, 1-11) En mi primer libro, querido Teófilo, escribí acerca de todo lo que Jesús hizo y enseñó, hasta el día en que ascendió al cielo, después de dar sus instrucciones, por medio del Espíritu Santo, a los apóstoles que había elegido. A ellos se les apareció después de la pasión, les dio numerosas pruebas de que estaba vivo y durante cuarenta días se dejó ver por ellos y les habló del Reino de Dios. Un día, estando con ellos a la mesa, les mandó: “No se alejen de Jerusalén. Aguarden aquí a que se cumpla la promesa de mi Padre, de la que ya les he hablado: Juan bautizó con agua; dentro de pocos días ustedes serán bautizados con el Espíritu Santo”. Los ahí reunidos le preguntaban: “Señor, ¿ahora sí vas a restablecer la soberanía de Israel?” Jesús les contestó: “A ustedes no les toca conocer el tiempo y la hora que el Padre ha determinado con su autoridad; pero cuando el Espíritu Santo descienda sobre ustedes, los llenará de fortaleza y serán mis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta los últimos rincones de la tierra”. Dicho esto, se fue elevando a la vista de ellos, hasta que una nube lo ocultó a sus ojos. Mientras miraban fijamente al cielo, viéndolo alejarse, se les presentaron dos hombres vestidos de blanco, que les dijeron: “Galileos, ¿qué hacen allí parados, mirando al cielo? Ese mismo Jesús que los ha dejado para subir al cielo, volverá como lo han visto alejarse”. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor. Salmo del día de hoy Salmo Responsorial Salmo 47 (46) Entre voces de júbilo, Dios asciende a su trono. Aleluya. Aplaudan, pueblos todos; aclamen al Señor, de gozo llenos; que el Señor, el Altísimo, es terrible y de toda la tierra, rey supremo. Entre voces de júbilo y trompetas, Dios, el Señor, asciende hasta su trono. Cantemos en honor de nuestro Dios, al rey honremos y cantemos todos. Porque Dios es el rey del universo, cantemos el mejor de nuestros cantos. Reina Dios sobre todas las naciones desde su trono santo. Segunda lectura del día de hoy Segunda Lectura Lectura de la carta del apóstol san Pablo a los efesios (4, 1-13) Hermanos: Yo, Pablo, prisionero por la causa del Señor, los exhorto a que lleven una vida digna del llamamiento que han recibido. Sean siempre humildes y amables; sean comprensivos y sopórtense mutuamente con amor; esfuércense en mantenerse unidos en el espíritu con el vínculo de la paz. Porque no hay más que un solo cuerpo y un solo Espíritu, como es también sólo una la esperanza del llamamiento que ustedes han recibido. Un solo Señor, una sola fe, un solo bautismo, un solo Dios y Padre de todos, que reina sobre todos, actúa a través de todos y vive en todos. Cada uno de nosotros ha recibido la gracia en la medida en que Cristo se la ha dado. Por eso dice la Escritura: Subiendo a las alturas, llevó consigo a los cautivos y dio dones a los hombres. ¿Y qué quiere decir “subió”? Que primero bajó a lo profundo de la tierra. Y el que bajó es el mismo que subió a lo más alto de los cielos, para llenarlo todo. El fue quien concedió a unos ser apóstoles; a otros, ser profetas; a otros, ser evangelizadores; a otros, ser pastores y maestros. Y esto, para capacitar a los fieles, a fin de que, desempeñando debidamente su tarea, construyan el cuerpo de Cristo, hasta que todos lleguemos a estar unidos en la fe y en el conocimiento del Hijo de Dios, y lleguemos a ser hombres perfectos, que alcancemos en todas sus dimensiones la plenitud de Cristo. Palabra de Dios. Te alabamos, Señor Evangelio del día de hoy Lectura del santo Evangelio según san Marcos 16, 15-20 En aquel tiempo, se apareció Jesús a los Once y les dijo: “Vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda creatura. El que crea y se bautice, se salvará; el que se resista a creer, será condenado. Estos son los milagros que acompañarán a los que hayan creído: arrojarán demonios en mi nombre, hablarán lenguas nuevas, cogerán serpientes en sus manos, y si beben un veneno mortal, no les hará daño; impondrán las manos a los enfermos y éstos quedarán sanos”. El Señor Jesús, después de hablarles, subió al cielo y está sentado a la derecha de Dios. Ellos fueron y proclamaron el Evangelio por todas partes, y el Señor actuaba con ellos y confirmaba su predicación con los milagros que hacían. Palabra del Señor. Gloria a ti, Señor Jesús. | |
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dc.subject | Amor | |
dc.subject | Anunciar la palabra de Dios | |
dc.subject | Ascender espiritualmente | |
dc.subject | Ascensión | |
dc.subject | Cambiar vidas | |
dc.subject | Enviados | |
dc.subject | Fuerza del Espíritu | |
dc.subject | Gozar de la gloria perpetua | |
dc.subject | Mensaje de Dios | |
dc.subject | Paz | |
dc.subject | Reconocernos amados | |
dc.subject | Ser glorificados | |
dc.subject | Tocar corazones | |
dc.subject | Biblia | |
dc.subject | Evangelio | |
dc.title | ¡Enviados con poder! | |
dc.title.alternative | Ascencion del Señor |
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