¡Amar a Dios es obedecer sus mandatos!
dc.contributor.author | Fundación Amén Comunicaciones | |
dc.date.accessioned | 2024-04-10T22:57:20Z | |
dc.date.available | 2024-04-10T22:57:20Z | |
dc.date.issued | 2023-05-11 | |
dc.description | TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Un viejo adagio afirma que “iniciar en el amor es de todos, perseverar en ese amor es de pocos, y terminar la vida en un solo amor es de verdaderos santos”. Ciertamente, los adagios de la sabiduría popular enseñan grandes verdades en la vida, y precisamente es la idea primera del evangelio de hoy, que nos presenta ese permanecer en el amor de Dios. Cuántos de nosotros al calor de una eucaristía, de un retiro espiritual, de un acontecimiento puntual, decimos sí a Dios, pero con el paso de las semanas, de los meses, defeccionamos, renunciamos a esa opción por Dios, nos entibiamos en el amor. La permanencia en el amor a Dios implica perseverancia, compromiso, fidelidad, y esto no está exento de crisis, de momentos de dificultad en la vida; pero sólo la confianza en Dios y una esperanza inquebrantable de que podemos salir adelante, nos lleva a permanecer. Una segunda idea aparece en el evangelio de hoy, y es guardar los mandamientos de Dios si verdaderamente lo amamos. Es así de simple y así de contundente, amar a Dios es obedecer los mandamientos de Dios, no puedes decir con tus labios que amas al Señor, si desobedeces sus mandatos. A veces somos tan celosos cumpliendo leyes laborales, leyes económicas, leyes institucionales, leyes civiles y penales, pero la ley de Dios, la cuestionamos con mucha frecuencia y decimos eso era en otra época, en otro tiempo, eso no es para nosotros, cuando es todo lo contrario; las leyes humanas son dinámicas, cambiantes, veleidosas si se quiere, la ley de Dios es eterna, es universal, y por eso mostrar amor a Dios, expresar un verdadero afecto y compromiso con Dios, pasa por cumplir su ley, sus mandatos eternos y universales. Jesús no da lugar a dudas, no permite relativismos, nos dice u obedeces la ley de Dios, amar, amar toda la vida, servir, servir toda la vida, perdonar, perdonar, aunque cueste, entregarnos, entregar aún implique morir a nosotros mismos; o cumples la ley de Dios o sencillamente no puedes hablar del amor a Dios. Finalmente, aparece una tercera y última idea en el evangelio de hoy, y es que ese cumplimiento de la voluntad de Dios, de las leyes divinas, nos llevan a una alegría profunda y en verdad que lo hemos sentido, descubre en tu vida cuando eres honesto contigo mismo, cuando te acuestas cansado en la noche pero con la conciencia tranquila, con la satisfacción del deber cumplido, que hay una serena y profunda alegría interior; por el contrario, cuando vives de placeres sibaritas, de las veleidades del mundo y de espaldas a Dios, de momento tienes satisfacción a partir de esos deleites del mundo, pero luego experimentas un secreto desencanto, una silenciosa tristeza en tu corazón. Hoy Jesús nos promete la alegría verdadera, la alegría que llega a su plenitud, a su tope, a su máximo, y esa alegría pasa por obedecer los mandatos de Dios. Ensaya, revisa tu vida, mira los deleites del mundo y mira las alegrías profundas del corazón, y reconoce que hay una verdad grande en este evangelio, en estas palabras, en este mensaje. Que el Señor te bendiga en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. | |
dc.description.abstract | REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 15, 9-11 Lectura del día de hoy Lectura del libro de los Hechos de los apóstoles (15,7-21): En aquellos días, después de una larga discusión, se levantó Pedro y dijo a los apóstoles y a los presbíteros: «Hermanos, vosotros sabéis que, desde los primeros días, Dios me escogió entre vosotros para que los gentiles oyeran de mi boca la palabra del Evangelio, y creyeran. Y Dios, que penetra los corazones, ha dado testimonio a favor de ellos dándoles el Espíritu Santo igual que a nosotros. No hizo distinción entre ellos y nosotros, pues ha purificado sus corazones con la fe. ¿Por qué, pues, ahora intentáis tentar a Dios, queriendo poner sobre el cuello de esos discípulos un yugo que ni nosotros ni nuestros padres hemos podido soportar? No; creemos que lo mismo ellos que nosotros nos salvamos por la gracia del Señor Jesús». Toda la asamblea hizo silencio para escuchar a Bernabé y Pablo, que les contaron los signos y prodigios que Dios había hecho por medio de ellos entre los gentiles. Cuando terminaron de hablar, Santiago tomó la palabra y dijo: «Escuchadme, hermanos: Simón ha contado cómo Dios por primera vez se ha dignado escoger para su nombre un pueblo de entre los gentiles. Con esto concuerdan las palabras de los profetas, como está escrito: “Después de esto volveré y levantaré de nuevo la choza caída de David; levantaré sus ruinas y la pondré en pie, para que los demás hombres busquen al Señor, y todos los gentiles sobre los que ha sido invocado mi nombre: lo dice el Señor, el que hace que esto sea conocido desde antiguo”. Por eso, a mi parecer, no hay que molestar a los gentiles que se convierten a Dios; basta escribirles que se abstengan de la contaminación de los ídolos, de las uniones ilegítimas, de animales estrangulados y de la sangre. Porque desde tiempos antiguos Moisés tiene en cada ciudad quienes lo predican, ya que es leído cada sábado en las sinagogas». Palabra de Dios Salmo del día de hoy Salmo (96) 95 R/.Contad las maravillas del Señor a todas las naciones Cantad al Señor un cántico nuevo, cantad al Señor, toda la tierra; cantad al Señor, bendecid su nombre. R/. Proclamad día tras día su victoria. Contad a los pueblos su gloria, sus maravillas a todas las naciones. R/. Decid a los pueblos: «El Señor es rey, él afianzó el orbe, y no se moverá; él gobierna a los pueblos rectamente». R/. Lectura del santo Evangelio según san Juan 15, 9-11: En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos: «Como el Padre me ha amado, así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud». Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús. | |
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dc.subject | Compromiso | |
dc.subject | Fidelidad | |
dc.subject | Permanecer en al amor de Dios | |
dc.subject | Perseverancia | |
dc.subject | Biblia | |
dc.subject | Evangelio | |
dc.title | ¡Amar a Dios es obedecer sus mandatos! | |
dc.title.alternative | Permanecer en Dios | |
dc.type | Animation |
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