¡Dios esta con Nosotros!
| dc.contributor.author | Fundación Amén Cominicaciones | |
| dc.date.accessioned | 2023-12-26T22:38:10Z | |
| dc.date.available | 2023-12-26T22:38:10Z | |
| dc.date.issued | 2023-12-26 | |
| dc.description | TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Justo un día después de Navidad, la liturgia de la Iglesia celebra la fiesta de Esteban el primer mártir de la Iglesia. Este joven evangelizador lleno del fuego del Espíritu Santo entrega su vida, según nos narran los capítulos 6 y 7 del libro de los Hechos de los Apóstoles. Y en esta misma línea encontramos el evangelio de hoy de san Mateo capítulo 10, cuando habla de las incomprensibles y persecuciones que podremos sufrir, pero no nos detengamos en esto. En estos días posteriores a la gran solemnidad de Navidad, llamada la octava de Navidad (que son los ocho días siguientes y que es el mismo día de Navidad extendido por ocho días). Entendamos el fuego evangelizador del joven Esteban, que lo llevó a dar la vida, a dar la vida por anunciar a Jesús. ¿Qué ocurre en un ser humano?, ¿qué acontece en un mártir o en un santo, para llevarlo a esa radicalidad existencial, a entregar su vida venciendo todos los miedos y los respetos humanos?, por la causa más alta, el amor, el más inconmensurable que jamás imaginamos que podríamos tener en el corazón, el amor por Dios. Esto se da precisamente por el misterio de la fe, por creer el kerigma, por hacer discipulado a partir de la Palabra del Señor, por vivir el amor de Dios en la caridad al pobre, en la fraternidad con los hermanos, en la vida sacramental. Esto es precisamente la Navidad, ¡Dios conmigo, Dios caminando a mi lado, Dios alimentándome espiritualmente, Dios fortaleciéndome, Dios dándome nuevas luces para tomar decisiones acertadas y asertivas en el día a día de mi existencia! Esteban no fue un loquito, Esteban no fue simplemente un emotivo joven que se deja lapidar entregando su vida por anunciar y defender el nombre de Jesús, no, Esteban es un convencido de la vida de Dios, de la presencia de Dios en su existencia, en su corazón, y así lo anuncia coherentemente hasta dar la vida, hasta el martirio, hasta su muerte. Hoy, cuando hay tanta tibieza en el corazón, cuando a veces vibramos con tantas cosas del mundo: el fútbol, la farándula, la rumba, el concierto de los músicos famosos, no sé qué; hoy aprendamos a descubrir, lo más valioso, es aquel que es capaz de salvar mi ser, de darme una nueva vida, y esto solo lo da Jesús cuando lo recibimos por la fe. Señor, empezamos este tiempo de Navidad, ha nacido Jesús en mi corazón en el día de ayer y así lo celebramos litúrgicamente, ahora deseo alimentar esa vida, nutrirla, cuidarla con esmero; no se trata simplemente de un acto mágico, no se trata simplemente de una frase estereotipada y funcional diciéndole a otra persona ¡Feliz Navidad!, no. Se trata de reconocer que soy feliz, que estoy alegre, que estoy pleno, que soy afortunado, porque efectivamente ha habido Navidad, Natividad, nacimiento de Dios en mí. Y así como nos dice el evangelista, que Jesús crecía en edad, gracia y sabiduría, que también la vida nueva de Dios crezca en mí y me haga una persona más madura en la fe, más justa, más fraterna, con más capacidad de paz y de perdón frente a los demás. Niño Jesús, has nacido en mi corazón, quédate, fortaléceme, crece dentro de mi vida, para que pueda decir como el apóstol Pablo: “Ya no soy yo el que vive, es Cristo el que vive en mí”. Que el Señor te bendiga en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. | |
| dc.description.abstract | REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Mateo 10, 17-22 Lecturas del día de hoy: Hch 6, 8-10;7,54-60: Veo el cielo abierto. En aquellos días, Esteban, lleno de gracia y poder, realizaba grandes prodigios y signos en medio del pueblo. Unos cuantos de la sinagoga llamada de los libertos, oriundos de Cirene, Alejandría, Cilicia y Asia, se pusieron a discutir con Esteban; pero no lograban hacer frente a la sabiduría y al espíritu con que hablaba. Oyendo estas palabras, se recomían por dentro y rechinaban los dientes de rabia. Esteban, lleno de Espíritu Santo, fijó la mirada en el cielo, vio la gloria de Dios, y a Jesús de pie a la derecha de Dios, y dijo: – «Veo el cielo abierto y al Hijo del hombre de pie a la derecha de Dios.» Dando un grito estentóreo, se taparon los oídos; y, como un solo hombre, se abalanzaron sobre él, lo empujaron fuera de la ciudad y se pusieron a apedrearlo. Los testigos, dejando sus capas a los pies de un joven llamado Saulo, se pusieron también a apedrear a Esteban, que repetía esta invocación: – «Señor Jesús, recibe mi espíritu.» Luego, cayendo de rodillas, lanzó un grito: – «Señor, no les tengas en cuenta este pecado.» Y, con estas palabras, expiró. Palabra del Señor. Te alabamos Señor Salmo del día de hoy: Salmo 31/30, 3cd-4.6 y Sab 16bc-17: A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Sé la roca de mi refugio, un baluarte donde me salve, tú que eres mi roca y mi baluarte; por tu nombre dirígeme y guíame. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. A tus manos encomiendo mi espíritu: tú, el Dios leal, me librarás. Tu misericordia sea mi gozo y mi alegría. Te has fijado en mi aflicción. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Líbrame de los enemigos que me persiguen; haz brillar tu rostro sobre tu siervo, sálvame por tu misericordia. A tus manos, Señor, encomiendo mi espíritu. Evangelio del día de hoy: Del Santo Evangelio según San Matero 10, 17-22: No seréis vosotros los que habléis, sino el Espíritu de vuestro Padre. En aquel tiempo, dijo Jesús a sus apóstoles: – «No os fieis de la gente, porque os entregarán a los tribunales, os azotarán en las sinagogas y os harán comparecer ante gobernadores y reyes, por mi causa; así daréis testimonio ante ellos y ante los gentiles. Cuando os arresten, no os preocupéis de lo que vais a decir o de cómo lo diréis: en su momento se os sugerirá lo que tenéis que decir; no seréis vosotros los que habléis, el Espíritu de vuestro Padre hablará por vosotros. Los hermanos entregarán a sus hermanos para que los maten, los padres a los hijos; se rebelarán los hijos contra sus padres, y los matarán. Todos os odiarán por mi nombre; el que persevere hasta el final se salvará.» Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús. | |
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| dc.subject | Alimentar | |
| dc.subject | Cuidar | |
| dc.subject | Experiencia | |
| dc.subject | Fe | |
| dc.subject | Fidelidad | |
| dc.subject | Jesús permanece | |
| dc.subject | Tesoro | |
| dc.subject | San Mateo | |
| dc.subject | Vida espiritual | |
| dc.subject | Biblia | |
| dc.subject | Evangelio | |
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| dc.title.alternative | Jesús |
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