¡Entre los celos y la amistad!
Date
2024-01-18
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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
Marcos 3, 7,12
En aquel tiempo, Jesús se retiró con sus discípulos a la orilla del mar y lo siguió una gran muchedumbre de Galilea. Al enterarse de las cosas que hacía, acudía mucha gente de Judea, Jerusalén, Idumea, Transjordania y cercanías de Tiro y Sidón. Encargó a sus discípulos que le tuvieran preparada una barca, no lo fuera a estrujar el gentío. Como había curado a muchos, todos los que sufrían de algo se le echaban encima para tocarlo. Los espíritus inmundos, cuando lo veían, se postraban ante Él y gritaban: «Tú eres el Hijo de Dios». Pero Él les prohibía severamente que lo dieran a conocer.
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
Description
TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
Continuamos con la preciosa lectura del primer libro de Samuel, donde nos muestra, cómo después de que David, siendo un joven inexperto, vence con su honda y una piedra al gigante líder del ejército filisteo, Goliat, gana el cariño, el apoyo y la admiración de su pueblo. De hecho, el pueblo sencillo, acompañado con las mujeres y al son de tambores, de címbalos y del alborozo general, gritaban: “Saúl, nuestro rey mató a mil hombres, David mató a 10.000”.
Este sencillo estribillo que coreaba el pueblo de manera espontánea le genera celos y gran incomodidad al rey Saúl, que se enojó mucho con aquella copla y pensaba: “A David le han asignado 10.000 muertos enemigos, y a mí solamente me han asignado mil muertos en combate; no le falta más a David, sino que lo nombren rey”. Y nos dirá el primer libro de Samuel, que desde aquella hora Saúl, miraba con malos ojos a David y comunicó a su hijo Jonatán y a sus servidores, la intención de matar a David.
Los celos han sido de siempre, los celos no son solamente entre dos esposos, entre dos amigos, entre dos compañeros de trabajo, entre dos colegas de profesión; los celos son tan antiguos como el hombre y vemos que aún en los personajes grandes de la Biblia, Saúl y David, uno autor de celos, el otro víctima de los celos del rey, su superior.
Pero también, encontramos en esta primera lectura confrontado otro sentimiento profundamente humano y es la amistad y la lealtad. En efecto, Jonatán, hijo del rey Saúl, al escuchar la furia de su padre y el deseo de matar por celos al joven David su amigo, lo alerta, le advierte y le dice: “Mi padre, el rey, busca el modo de matarte; toma todas las precauciones, quédate en un lugar escondido y permanece oculto”. Y luego Jonatán, que quería mucho, según nos dice el libro bíblico, quería mucho a su amigo David, intercede por él ante su padre, el rey, y le dice: “No hagas daño a tu siervo David, pues él sólo ha sido fiel a ti, ha estado siempre en favor tuyo, expuso su vida, mató al filisteo y concedió una grande victoria a todo nuestro pueblo Israel, deberías de alegrarte por eso”. Saúl encuentra luz en las palabras de su hijo y jura a Jonatán por la vida de Dios, que David no será asesinado, y aquella conversación, sirvió para darle tranquilidad al joven David y volver al servicio del rey.
Dos sentimientos contrapuestos: de un lado, los celos, la envidia; del otro lado, la amistad y la lealtad. Los celos del papá, la amistad y la lealtad del hijo Jonatán, frente al mismo personaje, el rey David.
Hoy no te escandalices, siempre encontrarás, personas que te quieren, que son leales contigo y siempre encontrarás personas, que pueden tener celos o envidias silenciosas e hipócritas frente a ti, es parte de la condición humana, qué le vamos a hacer.
Pero avanzamos en nuestra reflexión y en el salmo de hoy encontramos una preciosa respuesta que como asamblea litúrgica entonamos cuando decimos: “En Dios confío y no temo”, y el salmista empieza a invocar a Dios: “Misericordia Dios mío, que me hostigan, me atacan, me acosan todo el día; me hostigan mis enemigos, me atacan en masa. Anota en tu libro Dios mi vida errante, recoge mis lágrimas en tu odre, Dios mío; mis fatigas en tu libro, que retrocedan mis enemigos cuando te invoco, así sabré que tú eres mi Dios, en cuya promesa alabo, en el Señor, cuya promesa creo”. Y termina el salmo diciendo: “En Dios confío y no temo, ¿qué podrá hacerme un simple hombre? Te debo Dios mío, los votos, las promesas que hice, las cumpliré con acción de gracias”.
Hoy, frente a tus malquerientes, tus perseguidores, repite como el salmista, y como lo podría haber dicho en su momento el joven David frente al rey: “En Dios confío y no temo, ¿qué podrá hacerme un simple mortal?”
Terminemos nuestra reflexión, mirando en el evangelio de hoy de san Marcos, capítulo 3, como la gente en muchedumbre y nos lo repite en tres momentos el evangelio, hablando de mucha gente, hablando de gentío y hablando de muchedumbre. Seguían a Jesús, escuchaban con agrado y admiración, su mensaje, su palabra cargada de una vida nueva, cargada de una fuerza distinta.
Nos dice el evangelista Marcos, que le llevaban los enfermos y los que sufrían y los colocaban a sus pies, para que Jesús simplemente los tocara. Llama la atención, además de este primer aspecto que hemos señalado, la pronta fama de Jesús, cómo las muchedumbres lo seguían, que le generaron la envidia y los celos sobre todo de las autoridades religiosas judías. Llama la atención una segunda expresión y es como, los espíritus malos que poseían algunas personas, algunos enfermos, ante la presencia de Jesús, y a diferencia de fariseos y autoridades religiosas judías, reconocían a Jesús y le decían: “Tú eres el Mesías, tú eres el Hijo de Dios”.
Cómo el mal con toda su carga de maldad y de violencia, es capaz de reconocer la acción de Jesús Mesías, Jesús, Hijo de Dios, por encima de aquellos que posaban o fungían como líderes religiosos. Esta ha sido la historia de todos los tiempos y nos damos cuenta, por ejemplo, que en la vida de numerosísimos santos, numerosísimos santos, fueron malinterpretados, incomprendidos y aun perseguidos por superiores jerárquicos, por autoridades religiosas de su época. Pero el pueblo sencillo y aun personas que tenían el mal espíritu, pero se habían convertido, reconocían con facilidad, la acción de Dios, la luz de Dios, la fuerza de Dios, en la vida de estos hombres que luego la Iglesia a ellos, hombres y mujeres, la Iglesia canonizaría, declararía con autoridad, que son santos y por tanto válidos intercesores por nosotros ante Dios.
Hoy no te extrañe, el mal siempre se camufla, pidamos para aquellos que tienen autoridad, que el Señor les dé luz y claridad, para reconocer en sus subalternos, quién obra con bondad, quién obra con verdad o quién obra con maldad, con engaño y mentira. Si hay un fenómeno bien especial alrededor del poder, el poder político, el poder empresarial, el poder económico, el poder religioso; es que los áulicos de todas las épocas, les decimos corrientemente los lagartos, rodean a un líder político, empresarial, económico, religioso y a veces lo engañan. Repito, pidamos por nuestros líderes, para que sepan rodearsen de personas buenas, personas que de corazón busquen el bien para todos y no de aquellos que engañen, simplemente lisonjeando, alimentando el ego de un líder, pero manoseándolo, manipulando un liderazgo positivo y haciéndolo ineficaz.
Que el Señor, en este día te bendiga en abundancia y le dé luz a tu corazón y te bendigo en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Keywords
Amistad, Celos, Entorno, Gracia de ser leal, Relaciones, Biblia, Evangelio