¡Fidelidad!

Abstract
REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 1, 19-28 Éste fue el testimonio de Juan, cuando los judíos enviaron desde Jerusalén sacerdotes y levitas a Juan a que le preguntaran: -«¿Tú quién eres?» Él confesó sin reservas: -«Yo no soy el Mesías.» Le preguntaron: -«¿Entonces, qué? ¿Eres tú Elías?» Él dijo: -«No lo soy.» -«¿Eres tú el Profeta?» Respondió: -«No.» Y le dijeron: -«¿Quién eres? Para que podamos dar una respuesta a los que nos han enviado, ¿qué dices de ti mismo?» El contestó: -«Yo soy la voz que grita en el desierto: «Allanad el camino del Señor», como dijo el profeta Isaías.» Entre los enviados había fariseos y le preguntaron: -«Entonces, ¿por qué bautizas si tú no eres el Mesías, ni Elías, ni el Profeta?» Juan les respondió: -«Yo bautizo con agua; en medio de vosotros hay uno que no conocéis, el que viene detrás de mí, y al que no soy digno de desatar la correa de la sandalia.» Esto pasaba en Betania, en la otra orilla del Jordán, donde estaba Juan bautizando. Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
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TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES En el puro comienzo del nuevo año, la primera carta del apóstol san Juan en el capítulo 2, nos habla de aquellos mentirosos que niegan que Jesús es el Cristo, el Ungido, el enviado por Dios y anunciado de siglos atrás, por todos los profetas del Antiguo Testamento. De hecho, Juan llamará anticristo a aquel que niega la existencia y el amor salvador del Padre y del Hijo; y por eso nos invita a la fidelidad al mensaje recibido y a permanecer en Jesús, a permanecer en las enseñanzas que Él nos ha dejado, en el testimonio de vida que hemos escuchado de Él, y sólo en esta permanencia, en esta fidelidad, el Espíritu del Hijo y el Espíritu del Padre Dios, estarán con nosotros. Y es precisamente esa vida del Hijo y la vida del Padre, la vida en plenitud, la que el evangelio llamará la vida eterna. De hecho, en otro pasaje evangélico Jesús afirmará: “En esto consiste la vida eterna, la vida en plenitud, la vida verdadera, en que te conozcan, te experimenten a ti, Padre Dios, y a tu enviado, Jesucristo; conocer, experimentar, recibir, la vida divina, la vida de Dios”. Esta primera lectura nos prepara entonces, para entender mejor el evangelio del capítulo primero de san Juan, cuando los sacerdotes y levitas le preguntaban a Juan el Bautista, sobre el misterio de su identidad; si él era en verdad el Mesías o un gran profeta como lo fue Elías en el Antiguo Testamento, querían tener una claridad y una respuesta para poderla comunicar a la gente. Juan se presenta como un hombre simple, es una voz que grita en el desierto: “Preparen el camino del Señor, hagan penitencia, conviertan su corazón a Dios en la persona de Cristo”. Hoy, recién empezado este año nuevo, sintamos que el Señor nos habla de manera personal y directa y nos dice: ¡Allanemos en nuestro ser, el camino para que Jesús nazca verdaderamente en esta Navidad, en nuestro corazón, en nuestra familia, en el mundo entero! Quizás las guerras, las injusticias, el egoísmo, la crueldad, la explotación del hombre por el hombre son simplemente reflejo, de una humanidad que se ha olvidado de Dios, que se ha encerrado en sus propios intereses y que ha olvidado que la vida es grande, la vida es bella, cuando la vivimos de manera radical, con la plena humanidad que conocemos y reconocemos en la persona de Jesús. Juan continuará hablando y afirmará: “Que él bautiza, el rito iniciático en la vida divina con agua, pero que detrás de él viene uno que es más grande, tan grande que los bautizará con agua y espíritu Santo, y él es tan pequeño que no merece siquiera, desatarle la correa de las sandalias de sus pies”. Hoy pidamos la gracia, justo al comenzar este nuevo año, de rendir nuestro corazón, no a los ídolos del mundo, sobre todo el dinero, los placeres momentáneos, el poder y el afán de dominación sobre los demás; el pensar que el conocimiento técnico y científico va a arreglar todo el sentido y toda la problemática de nuestra vida y la obsesión por el aparecer y el reconocimiento, sobre todo en el mundo digital y de las redes sociales. Son ídolos o falsos dioses del mundo y sólo el Dios de la Biblia revelado por Jesús, el Dios que es amor encarnado en la persona de Jesús, misericordia y perdón encarnadas en la persona de Jesús, donación, servicio y entrega total de la vida en la persona divina de Jesús. Este amor, este perdón y misericordia y esta entrega y servicio oblativo que vemos en la persona de Jesús, puede darle humanidad a nuestra existencia, darle plenitud a nuestra vida, darle verdad a todo nuestro proyecto existencial. Hoy el Señor nos invita, a perseverar en la verdad de Jesús, sin dejarnos engañar, a la fidelidad, al amor que tanto nos ha prodigado Él y que nosotros estamos llamados a prodigar y a proyectar en los demás. Es que si de Él hemos recibido tantas bendiciones, tanto amor, tanta vida nueva, ¿cómo no compartir ese amor, esas bendiciones, y esa vida nueva de Cristo Salvador, con los hombres y mujeres de esta tierra, con los hombres y mujeres de buena voluntad? Que el Señor, que conoce como nadie tu corazón, te bendiga en abundancia en este nuevo año de vida, en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Keywords
Amor, Corazón, Enseñanzas, Entrega, Jesús, Mensaje, Permanecer, Perseverancia, Testimonio, Biblia, Evangelio
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