¡Nuestra Señora de Guadalupe!
Date
2024-12-12
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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
Lucas 1, 39-48
Lecturas del día de hoy:
Primera Lectura: del libro del profeta Isaías: 7, 10-14; 8,10
En aquellos días, el Señor habló a Acaz:
—«Pide una señal al Señor, tu Dios: en lo hondo del abismo o en lo alto del cielo».
Respondió Acaz:
—«No la pido, no quiero tentar al Señor».
Entonces dijo Dios:
—«Escucha, casa de David: ¿No os basta cansar a los hombres, que cansáis incluso a mi Dios? Pues el Señor, por su cuenta, os dará una señal:
Mirad: la virgen está encinta y da a luz un hijo,
y le pondrá por nombre Emmanuel,
que significa «Dios-con-nosotros»».
Palabra del Señor. Te alabamos Señor
Salmo del día de hoy:
Salmo 66:
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud
y gobiernas las naciones de la tierra.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
La tierra ha dado su fruto,
nos bendice el Señor, nuestro Dios.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe.
Oh Dios, que te alaben los pueblos, que todos los pueblos te alaben.
Evangelio del día de hoy:
Lectura del Santo Evangelio según San Lucas: 1, 39-48
En aquellos días, María se puso en camino y fue aprisa a la montaña, a un pueblo de Judá; entró en casa de Zacarías y saludó a Isabel.
En cuanto Isabel oyó el saludo de María, saltó la criatura en su vientre. Se llenó Isabel del Espíritu Santo y dijo a voz en grito;
—«¡Bendita tú entre las mujeres, y bendito el fruto de tu vientre!
¿Quién soy yo para que me visite la madre de mi Señor? En cuanto tu saludo llegó a mis oídos, la criatura saltó de alegría en mi vientre. Dichosa tú, que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá».
María dijo:
«Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios, mi salvador; porque ha mirado la humillación de su esclava».
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
Description
TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
Una de las más hermosas y queridas fiestas marianas, especialmente por el pueblo latinoamericano, es la que celebramos hoy, 12 de diciembre. Y es que Santa María de Guadalupe, la Morenita del Tepeyac, ya no es sólo patrimonio del querido pueblo mexicano, sino de toda América Latina, y si se quiere del mundo entero. Ella, como dirá el Papa Francisco: “Es la Virgen peregrina que señalará a san Juan Diego, ¿por qué tenemos miedo?, ¿acaso no está Ella con nosotros?, ¿acaso Ella no es nuestra Madre?, ¿acaso caminamos peregrinos solos en el mundo?”. Y continuará diciendo el Papa Francisco: “La misericordia más grande radica, en el estar en medio de nosotros por parte de María, en su presencia y compañía maternal; camina junto a nosotros, nos muestra el sendero del amor, nos levanta de nuestras caídas, nos sostiene en nuestras fatigas, nos acompaña en todas las circunstancias de nuestra existencia, nos abre los ojos para mirar las miserias propias y del mundo, pero a la vez nos llena de esperanza”.
Es que eso queridos amigos es una madre, una madre en la experiencia humana, y eso es María, nuestra Madre, en el orden espiritual.
Pero hablemos del evangelio que nos ocupa. María fue siempre una peregrina, peregrina camino a Egipto cuando huyó del malvado Herodes, peregrina junto a su Hijo Jesús en las bodas de Caná. Peregrina yendo con Jesús a Jerusalén, a la fiesta de Pascua, y también con Él en el momento supremo de la cruz, y María es peregrina cuando de muy joven visitaba en Ain- karent en las montañas de Judá, a su parienta Isabel.
Descubrimos tres hermosas actitudes de la Virgen Santísima.
La primera, como Isabel la llama Bendita entre todas las mujeres, y más bendito el fruto de su vientre, y la reconoce claramente como la Madre de Dios, la Madre de su Señor.
Hoy nosotros hagamos un acto de humildad, de gratitud y de veneración por nuestra Madre querida y digámosle: gracias por ser la Madre de nuestro Salvador y gracias por ser nuestra Madre espiritual que nos acompaña en distintos momentos de la vida.
Pero luego encontramos una segunda actitud y es la afirmación preciosa de Isabel, que le dirá a la Santísima Virgen: “Dichosa tú, bienaventurada tú que has creído, porque lo que te ha dicho el Señor se cumplirá”.
Es una felicitación a la fe, a la confianza inquebrantable de María Santísima en la voluntad de Dios y una invitación a que dejemos de ser hombres y mujeres de fe débil, de poca fe, que ante algunas pruebas en la vida nos llenamos de temores, de ansiedades, de incertidumbres y nos parece que Dios nos ha abandonado. No, la fe nos tiene que llevar a una confianza irrestricta y a saber que nuestra vida es conducida amorosamente, iluminada tiernamente por la mano de Dios. No tengas miedo, fortalece tu fe, a ejemplo de María, ¡Dichosa Ella, porque creyó y confió totalmente en Dios!
Habrá la tercera actitud, cuando María en un acto de humildad, de alabanza, de agradecimiento, de adoración, afirmará: “Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador”.
Alegrémonos por lo que ha hecho Dios en la vida de María y alegrémonos por lo que el buen Dios quiere hacer en la vida de cada uno de nosotros.
María de Guadalupe, Virgen peregrina, Madre espiritual, guía, custodia y protectora nuestra, intercede por estos tus hijos de América Latina, guárdanos bajo tu manto, cuídanos con tu mirada maternal y providente, María, enséñanos el camino de la verdadera fe.
Que el Señor te bendiga en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Keywords
Dar la vida como María, Guadalupana, María testimonio de fe, María testimonio de amor, Momento supremo de la cruz, Peregrinaje camio a Egipto, Peregrinaje con Jesús a Jerusalén, San Lucas, Virgen de Guadalupe, Virgen María, Biblia, Evangelio