¡El plan misterioso de Dios!
| dc.contributor.author | Fundación Amén Comunicaciones | |
| dc.date.accessioned | 2024-03-27T22:28:55Z | |
| dc.date.available | 2024-03-27T22:28:55Z | |
| dc.date.issued | 2024-03-23 | |
| dc.description | TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES En la llamada Semana de Pasión o de Dolores, justo antes del Domingo de Ramos y de la Gran Semana Mayor o Semana Santa, encontramos hoy en las lecturas bíblicas, la tensión creciente e incontrolable que se genera, entre las autoridades de Jerusalén, concretamente los sumos sacerdotes, los fariseos que convocan al sanedrín judío y la persona divina de Jesús. El tema de esta situación se da con ocasión, de que muchos judíos se habían ido a Betania a visitar a Marta y a María, y a ver por sus propios ojos y comprobar cómo su hermano Lázaro, efectivamente había resucitado, había sido rescatado de la muerte por el poder de Jesús. Esto según nos dice el evangelista san Juan, suscitó que muchos creyeran en Él; pero resulta paradójico, que mientras el pueblo de Israel, sencillo, humilde y simple en su corazón, creen en Jesús porque ven su poder, sus signos, sus milagros. Las autoridades, los poderosos de Israel, recelan, sospechan y ven con malos ojos la actitud y las acciones de Jesús, hasta el punto de que señala el evangelista san Juan, que aquel día el sanedrín judío, tomó la decisión de matar a Jesús. De este evangelio aprendamos tres grandes lecciones para nuestra vida y para la vida de todos los creyentes a lo largo de los siglos. La primera lección, siempre ha existido, existe en el presente y probablemente existirá en el futuro, la oposición entre el bien y el mal, entre los creyentes y los no creyentes, entre los que entregan su vida a la persona de Jesús porque lo reconocen el hombre sabio y salvador del pecado, y aquellos que por más que pudieran ver milagros todos los días, no creerían en Jesús. Que no nos escandalice, que no nos alarme y que no nos desanime esa creciente oposición que siempre ha existido entre el bien y el mal. Jesús ya lo anunciaba en su momento, cuando hablando del misterio por ejemplo de la vida de la Iglesia, se refiere con una parábola: el trigo, la buena semilla y la cizaña, la mala semilla. La Iglesia es un misterio de coexistencia, entre dos semillas que aparentemente a primer golpe de vista, parecen muy similares; pero la una, genera pan, mientras la otra es simplemente maleza y amenaza con dañar, devorar, asfixiar la buena semilla. Por eso no te escandalices, cuando encuentres mal en tu corazón, batallas interiores que todos libramos y no te escandalices cuando encuentres mal en personas cercanas a ti, es el misterio de la vida; pero Jesús redentor de los hombres, por su entrega y su muerte en la cruz y luego en su gloriosa resurrección, nos garantiza de que el bien y la verdad, la belleza y lo noble triunfan sobre el mal, la mentira, lo feo y lo innoble. Pero hay una segunda enseñanza que podemos concluir del evangelio de hoy, y es que los judíos en su ceguera, o por lo menos las autoridades representadas en el sanedrín judío, en el sumo sacerdote, en los fariseos, deciden acabar con la vida de Jesús. Nos dice enfáticamente san Juan y casi de manera dramática, ese día tomaron la decisión de matarlo. Hoy nos preguntamos: ¿por qué el odio frente a la Iglesia?, ¿por qué el cuestionamiento permanente frente a los católicos?, ¿por qué a veces ese discurso tan negativo frente a todo lo que suene religioso?; no es de ahora, es de todos los tiempos, y Jesús lo profetizó: “Si a mí me persiguieron, a ustedes mis discípulos igualmente los perseguirán”. ¿Nos veremos amenazados?, seremos objeto o mejor, víctimas de envidias y de celos, y probablemente el mundo lo hará, o los hombres del mundo lo harán por ceguera, por endurecimiento del corazón. Esto que nos relata el evangelio de hoy, es la gran parábola de la condición humana y por eso no te puedes acobardar; si algo necesita el mundo, el cristianismo, el siglo 21, nuestro tiempo, son hombres y mujeres con coraje, hombres y mujeres valientes que no se arredren, no se acobarden cuando toca marcar distancia, frente al pensamiento que nos imponen, porque si pensamos distinto, somos expuestos al bullying, al matoneo, al desprecio, a las burlas. Pero el Señor vivió toda esta realidad y sin embargo se mantuvo en fidelidad y en obediencia al mensaje y a los mandatos de su Padre Dios. En una tercera y final enseñanza, descubramos que más allá de todo esto, está escribiéndose en el bien y en el mal, en las obras de justicia y aún en las actuaciones injustas, se está escribiendo el plan misterioso de salvación de Dios. Vale la pena que recapitulemos, lo que dice literalmente el texto de hoy, cuando hablando de Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, dijo: “Ustedes no saben nada”, hablándole al resto del sanedrín judío: “No comprenden que conviene, que un solo hombre muera por el pueblo, ¿y no que toda la nación judía y su religión, perezca? Y agregará el evangelista san Juan: “Sin embargo, esto no lo decía Caifás por sí mismo, sino que siendo sumo sacerdote por turno aquel año, profetizó que Jesús iba a morir por la nación judía entera, y no sólo por la nación, sino por el mundo entero, para congregar en la unidad a los hijos de Dios que estaban dispersos”. Hoy descubre, que en el aparente mal que vives, que padeces en tu existencia, Dios escribe derecho en renglones torcidos, y que Él, que es Dios, es el único capaz de sacar bien del mal, bendiciones de los sufrimientos humanos. Profetizó y de alguna manera fue instrumento de Dios, esta decisión del sanedrín judío de matar y acabar con la vida de Jesús, porque a través de su muerte que desde lo humano parecía el fracaso humano y la mayor de las injusticias, a través de la muerte de Jesús, alcanzó la humanidad entera el perdón de los pecados, la remisión de todos ellos y la salvación de su alma en la vida eterna con Dios. ¡Qué misteriosa es la voluntad de Dios!, y así la entendemos, así la seguimos y así la acogemos desde nuestra fe. Que el Señor, que es rico en misericordia, ilumine tu entendimiento, fortalezca tu fe y te bendigo en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén. | |
| dc.description.abstract | REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Juan 11, 45-57 Lectura del día de hoy Ez 37,21-28: Los haré un solo pueblo. Así dice el Señor: «Yo voy a recoger a los israelitas por las naciones adonde marcharon, voy a congregarlos de todas partes y los voy a repatriar. Los haré un solo pueblo en su país, en los montes de Israel, y un solo rey reinará sobre todos ellos. No volverán a ser dos naciones ni a desmembrarse en dos monarquías. No volverán a contaminarse con sus ídolos y fetiches y con todos sus crímenes Los libraré de sus pecados y prevaricaciones, los purificaré: ellos serán mi pueblo y yo seré su Dios. Mi siervo David será su rey, el único pastor de todos ellos. caminarán según mis mandatos y cumplirán mis preceptos, poniéndolos por obra. Habitarán en la tierra que le di a mi siervo Jacob, en la que habitaron vuestros padres; allí vivirán para siempre, ellos y sus hijos y sus nietos; y mi siervo David será su príncipe para siempre. Haré con ellos una alianza de paz, alianza eterna pactaré con ellos. Los estableceré, los multiplicaré y pondré entre ellos mi santuario para siempre; tendré mi morada junto a ellos, yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y sabrán las naciones que yo soy el Señor que consagra a Israel, cuando esté entre ellos mi santuario para siempre.» Salmo del día de hoy Jr 31,10.11-12ab.13: El Señor nos guardará como un pastor a su rebaño. Escuchad, pueblos, la palabra del Señor, anunciadla en las islas remotas: «El que dispersó a Israel lo reunirá, lo guardará como pastor a su rebaño.» Porque el Señor redimió a Jacob, lo rescató de una mano más fuerte. Vendrán con aclamaciones a la altura de Sión, afluirán hacia los bienes del Señor. Entonces se alegrará la doncella en la danza, gozarán los jóvenes y los viejos; convertiré su tristeza en gozo, los alegraré y aliviaré sus penas. Evangelio del día de hoy Jn 11,45-57: Para reunir a los hijos de Dios dispersos. En aquel tiempo, muchos judíos que habían venido a casa de María, al ver lo que había hecho Jesús, creyeron en él. Pero algunos acudieron a los fariseos y les contaron lo que había hecho Jesús. Los sumos sacerdotes y los fariseos convocaron el Sanedrín y dijeron: – «¿Qué hacemos? Este hombre hace muchos signos. Si lo dejamos seguir, todos creerán en él, y vendrán los romanos y nos destruirán el lugar santo y la nación.» Uno de ellos, Caifás, que era sumo sacerdote aquel año, les dijo: – «Vosotros no entendéis ni palabra; no comprendéis que os conviene que uno muera por el pueblo, y que no perezca la nación entera.» Esto no lo dijo por propio impulso, sino que, por ser sumo sacerdote aquel año, habló proféticamente, anunciando que Jesús iba a morir por la nación; y no sólo por la nación, sino también para reunir a los hijos de Dios dispersos. Y aquel día decidieron darle muerte. Por eso Jesús ya no andaba públicamente con los judíos, sino que se retiró a la región vecina al desierto, a una ciudad llamada Efraín, y pasaba allí el tiempo con los discípulos. Se acercaba la Pascua de los judíos, y muchos de aquella región subían a Jerusalén, antes de la Pascua, para purificarse. Buscaban a Jesús y, estando en el templo, se preguntaban: – «¿Qué os parece? ¿No vendrá a la fiesta?» Los sumos sacerdotes y fariseos habían mandado que el que se enterase de dónde estaba les avisara para prenderlo. Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús. | |
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| dc.subject | Dañar | |
| dc.subject | Dos semillas | |
| dc.subject | El bien | |
| dc.subject | El mal | |
| dc.subject | Hombres valientes | |
| dc.subject | Iglesia | |
| dc.subject | Pan | |
| dc.subject | Maleza | |
| dc.subject | Marcar distancia | |
| dc.subject | Misterio | |
| dc.subject | Mujeres valientes | |
| dc.subject | Mundo | |
| dc.subject | Plan misterioso de Dios | |
| dc.subject | Pensamiento impuesto | |
| dc.subject | Salvación de Dios | |
| dc.subject | Voluntad de Dios | |
| dc.subject | Biblia | |
| dc.subject | Evangelio | |
| dc.title | ¡El plan misterioso de Dios! | |
| dc.title.alternative | Plan de Dios |
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