¡Llamada de Dios!
Date
2025-01-24
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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
Marcos 3, 13-19
Lecturas del día de Hoy:
Primera Lectura: de la carta a los Hebreos 8, 6-13
Ahora a nuestro sumo sacerdote le ha correspondido un ministerio tanto más excelente, cuanto mejor es la alianza de la que es mediador, una alianza basada en promesas mejores. En efecto, si la primera hubiera sido perfecta, no tendría objeto la segunda. Pero a los antiguos les echa en cara: «Mirad, llegan días –dice el Señor–, en que haré con la casa de Israel y con la casa de Judá una alianza nueva; no como la alianza que hice con sus padres, cuando los tomé de la mano para sacarlos de Egipto. Ellos fueron infieles a mi alianza, y yo me desentendí de ellos –dice el Señor–. Así será la alianza que haré con la casa de Israel después de aquellos días –oráculo del Señor–: Pondré mis leyes en su mente y las escribiré en sus corazones; yo seré su Dios, y ellos serán mi pueblo. Y no tendrá que enseñar uno a su prójimo, el otro a su hermano, diciendo: “¡Conoce al Señor!”, porque todos me conocerán, del menor al mayor, pues perdonaré sus delitos y no me acordaré ya de sus pecados.» Al decir «alianza nueva», dejó anticuada la anterior; y lo que está anticuado y se hace viejo está a punto de desaparecer.
Palabra del Señor. Te alabamos Señor
Salmo de Hoy:
Sal 85/ 84, 8.10.11-12.13-14
La misericordia y la fidelidad se encuentran
Muéstranos, Señor, tu misericordia
y danos tu salvación.
La salvación está ya cerca de sus fieles,
y la gloria habitará en nuestra tierra.
La misericordia y la fidelidad se encuentran
La misericordia y la fidelidad se encuentran,
la justicia y la paz se besan;
la fidelidad brota de la tierra,
y la justicia mira desde el cielo.
La misericordia y la fidelidad se encuentran
El Señor nos dará la lluvia,
y nuestra tierra dará su fruto.
La justicia marchará ante él,
la salvación seguirá sus pasos.
La misericordia y la fidelidad se encuentran
Evangelio de Hoy:
Lectura del Santo Evangelio según San Marcos 3, 13-19:
En aquel tiempo, Jesús, mientras subía a la montaña, fue llamando a los que él quiso, y se fueron con él. A doce los hizo sus compañeros, para enviarlos a predicar, con poder para expulsar demonios. Así constituyó el grupo de los Doce: Simón, a quien dio el sobrenombre de Pedro, Santiago el de Zebedeo y su hermano Juan, a quienes dio el sobrenombre de Boanerges –los Truenos–, Andrés, Felipe, Bartolomé, Mateo, Tomás, Santiago el de Alfeo, Tadeo, Simón el Celotes y Judas Iscariote, que lo entregó.
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
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TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
El precioso salmo responsorial que hoy la liturgia de la Iglesia nos presenta, nos invita a repetir como asamblea litúrgica: “La misericordia y la fidelidad se encuentran”. Y en una de sus estrofas nos dice: “La salvación está cerca de los que temen a Dios, la gloria habitará en nuestra tierra, la misericordia y la fidelidad se encuentran, la justicia y la paz se besan”. Pero ¿qué hay detrás de esta expresión?, la misericordia de Dios es el gran don divino, la certeza de que siempre Él buscará al hombre para liberarlo, para sanarlo, para redimirlo. La fidelidad habla directamente del compromiso de Dios de permanecer siempre firme en la oferta de salvación a la humanidad entera.
Esto lo entendemos mejor en la primera lectura de la carta a los hebreos en el capítulo 8, cuando afirmará el autor de dicha carta: “Que llegan días en que habrá una nueva alianza con el pueblo elegido, no como la vieja alianza o pacto con los antepasados, cuando los tomó de la mano para sacarlos de la esclavitud de Egipto, y, sin embargo, ellos, el pueblo, fueron infieles a la alianza y por eso Dios se desentendió de ellos. Ahora, en cambio, hará una nueva alianza que consistirá en poner las leyes de Dios en la mente y escribir sus preceptos en el corazón de los hombres”. Y de manera poética afirmará: “Yo seré para este pueblo su Dios, y ellos serán para Dios su pueblo amado”. De alguna manera, al hablar de una nueva alianza, declara la antigua como llamada a desaparecer. Y es que toda la historia de la Biblia es la historia de sucesivos pactos, contratos, testamentos, alianzas de Dios con su pueblo, y por más que haya fragilidad, incumplimiento, infidelidad de parte del hombre, Dios permanece fiel y misericordioso en sus promesas de salvación eterna y de liberación del hombre.
Pero dejemos a un lado el salmo responsorial y la primera lectura de la carta a los hebreos y miremos en el comienzo de san Marcos su evangelio en el capítulo 3, cómo Jesús gusta de subir a la montaña. En la Biblia la montaña es el lugar no sólo geográfico sino teológico, indica el espacio del encuentro con Dios. De hecho, las grandes revelaciones o manifestaciones divinas se dan en la altura de las montañas y allá, subiendo la montaña, nos dirá Marcos: “Jesús hace el llamamiento de esa primera comunidad que lo va a acompañar, comunidad discipular que durante 3 años largos de su vida pública van a ser testigos de sus milagros, de sus signos, de sus palabras, de sus acciones liberadoras”. Pero nos llama la atención que este llamado es gratuito, sin mérito de parte de los discípulos, porque de hecho afirmará Marcos: “Llamó a los que Él quiso”
Hoy, cuando tú te preguntas ¿pero por qué esta persona está en un grupo de pastoral, bíblico de oración?, ¿por qué es religiosa?, ¿por qué es sacerdote, si conozco sus vidas, sus limitaciones, quizás sus pecados? Te diré que Jesús llama a lo débil del mundo para escandalizar a los fuertes, que Jesús llama a lo que no cuenta para el mundo, para la sociedad, para escandalizar a aquellos que se sienten importantes y reconocidos por los suyos. La lógica de Dios siempre será desconcertante y si se quiere, desafiante a los criterios puramente humanos; llama a quien le da la divina gana, la real gana por gratuidad, no por merecimiento de nuestra parte.
Pero hay un segundo elemento a tener en cuenta en este evangelio, y es que Jesús llama e instituye el grupo de los 12 primero para estar con Él, para compartir la vida, la amistad, la sabiduría, el tesoro de gracia que hay en su corazón. De hecho, afirmará: “Ya no los llamo siervos, porque el siervo no conoce los secretos de su Señor, los llamo amigos”. Qué hermoso es que nosotros, meditando la palabra del Señor, no nos sintamos simplemente siervos a distancia de Jesús, sino sus amigos muy queridos que nos llama para compartir la vida con Él, para estar con Él, porque a Él le ha dado la gana por la gratuidad, la liberalidad del llamado que nos ha hecho.
Pero en un tercer momento y final encontramos que al grupo de los 12, además de llamarlos sin mérito de su parte y gratuitamente, además de llamarlos a la vida de amistad, de cercanía, de compartir en intimidad espiritual con Él, los envía con autoridad no solamente a predicar la palabra, el mensaje nuevo y revolucionario del evangelio, sino a expulsar los demonios, a liberar a aquellos posesos por el mal. Sin que entendamos claramente la palabra endemoniado, como las posesiones que vemos, por lo menos en las películas de Hollywood, entendemos que poseso por el mal, es toda persona que en el fondo se encuentra atada por una pasión desordenada que domina su voluntad, su inteligencia, que quebranta su ser, que entristece su vida. Mírate a ti mismo en el espejo, mira muchos cercanos en tu familia o en tu círculo de amistad, de primera línea y descubrirás cuántas personas son esclavas de su lengua, de su temperamento irascible, de sus envidias, de su resentimientos y rencores. Cuántas personas son enfermas por celotipias, inseguridades, miedos, incapacidades para amar, para perdonar, encerramientos y egoísmos en su propio yo personal. De esto viene Jesús a liberarnos y le da al grupo de los 12, los más cercanos esa autoridad, poder, exousia para predicar con unción, pero sobre todo para liberar del mal.
Hoy tú y yo, como bautizados, tenemos también alguna exousia, autoridad para en nombre de Cristo, hablar su palabra liberadora, bendecir a tus hijos, bendecir a tus padres ancianos, acompañar a los tuyos, exhortarlos y orar por ellos para que sean liberados de toda pasión desordenada que domine su vida interior.
Terminará el evangelio dando el nombre de cada uno de los discípulos, como quien dice Jesús al nominarlos, al designar su nombre, al identificarlos por su nombre, señala: “Los conozco, sé de quiénes me estoy fiando, a ustedes los he llamado, los he convocado para la misión de ser pescadores de almas, pescadores de hombres”.
Que el Señor bendiga tu vida en abundancia en este día. En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Keywords
Amor de Dios, Compartir la amistad, Compartir la gracia, Compartir la sabiduría, Compartir la vida, Grupo de los 12, Los que no cuentan para el mundo, Jesús llama a los débiles, Misericordia de Dios, San Marcos, Biblia, Evangelio