¡El hombre mira la apariencia; Dios mira el corazón!

Abstract
REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Marcos 2, 23-38 Sucedió que un sábado Jesús atravesaba un sembrado, y sus discípulos, mientras caminaban, iban arrancando espigas. Los fariseos le preguntan: «Mira, ¿por qué hacen en sábado lo que no está permitido?». Él les responde: «¿No han leído nunca lo que hizo David, cuando él y sus hombres se vieron faltos y con hambre, cómo entró en la casa de Dios, en tiempo del sumo sacerdote Abiatar, comió de los panes de la proposición, que solo está permitido comer a los sacerdotes, y se los dio también a quienes estaban con él?». Y les decía: «El sábado se hizo para el hombre y no el hombre para el sábado; así que el Hijo del hombre es señor también del sábado». Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
Description
TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES Nos presenta la lectura del primer libro de Samuel, que por estos días venimos leyendo, la preocupación del mismísimo Samuel, para buscar un nuevo rey, cuando ya Dios le ha afirmado a Samuel: “Que Saúl no es agradable a sus ojos”. Llama poderosamente la atención como Samuel, se dirige hacia el pequeño poblado de Belén y allí pregunta por los hijos de Jesé, en total 8; 7 de ellos presentes y uno a uno van pasando frente a Samuel, siguiendo él la indicación de Dios: “Yo te señalaré, cuál es el escogido, el elegido para futuro rey de Israel”. Cuando Samuel pensaba, que entre los distintos hijos de Jesé estaba ya el elegido, destacando su altura, su inteligencia, destacando su aspecto físico, el Señor lanza una afirmación lapidaria, paradigmática, no solamente para los tiempos del Antiguo Testamento, sino para todas las épocas. En efecto dirá el Señor a Samuel: “No te fijes en la apariencia de los hombres, porque eso lo descarto yo; el hombre mira las apariencias, pero sólo Dios es capaz de mirar el corazón”. Esta expresión paradigmática, especialmente para nuestro tiempo, nos pone a pensar, como muchas veces, nuestros criterios de decisión, de elección: de amistades, de personas cercanas, incluso para la convivencia, se construyen a partir de su personalidad, su carácter, su talante o aun su aspecto físico, olvidando que lo más importante en un ser humano es su interior, su corazón, de dónde vienen los buenos pensamientos, los sanos sentimientos y las sabias decisiones de su vida. Hoy preguntémonos, ¿cuántas veces nos hemos equivocado en la vida, deslumbrados, engañados con personas que aparentemente por su talante, por su personalidad carismática y atrayente nos deslumbran, pero son así como la pólvora decembrina, deslumbra, pero no alumbra? Hoy se nos invita a tener el criterio de Dios, a mirar el corazón humano, su interioridad, sus intenciones, la bondad, la nobleza, la generosidad, la limpieza que hay en la mente, en los sentimientos, en el alma de un hombre. Jesé presentó a sus siete hijos ante Samuel, pero el Señor le dice: “Samuel ninguno de estos me he elegido Yo”; y al final le dice Samuel a Jesé: “¿Acaso no tienes más hijos?”, y él simplemente se limita a responder: “Todavía me queda el menor de ellos, que está pastoreando el rebaño”. Samuel, el profeta le dirá: “Manda a buscarlo, porque no nos sentaremos a la mesa a compartir los alimentos, mientras no venga el menor de tus hijos”. Jesé lo manda llamar e inmediatamente el Señor dice al profeta Samuel: “Levántate y unge al menor de los hijos de Jesé, porque éste es el elegido de Dios”. En efecto, Samuel, según la costumbre que tenía el pueblo de Israel, toma el cuerno lleno de aceite y lo vacía, unge al pequeño David en medio de sus hermanos y afirmará el texto del antiguo testamento: “Que el Espíritu del Señor vino sobre David desde aquel día y en adelante hasta el final de su existencia”. Esto nos lleva a mostrar a cada uno de nosotros, como Dios elige libérrimamente, para nosotros puede ser un capricho, pero en la misteriosa y sabia voluntad de Dios, siempre hay algunos que son afortunados. No es otro el sentido del salmo responsorial y que presentamos como segunda idea, cuando afirmará: “Encontré a David mi siervo, y lo he ungido con óleo sagrado, para que mi mano esté siempre con él, y mi brazo lo haga valeroso. Él me invocará y me dirá, Tú eres mi Padre, mi Dios, mi roca salvadora, y yo lo nombraré mi primogénito, excelso entre los reyes de la tierra”. Hoy, no te escandalices, no te extrañes, de ver personas especialmente dotadas de carismas, de cualidades, de talentos y de misiones especialísimas. Coloco a título ejemplificativo, simplemente detrás de cada Papa de los que hemos conocido, por lo menos en esta segunda mitad del siglo XX y comienzos del siglo XXI, detrás de cada Papa, uno descubre claramente la elección de Dios, con caracteres y personalidades muy distintas, reconocemos hombres llenos de carismas, dotados de dones especialísimos, y con una elección única que realiza el Señor Dios. Pero no nos vamos tan arriba en la iglesia, miremos en tu familia, entre los cercanos, como hay hermanos, como hay parejas conyugales, como hay cercanos, que están llenos de dones, y son elegidos por Dios para servir, para ayudar, para construir, son verdadera bendición en su familia, entre los suyos. Nunca nos escandalicemos de esto, menos, nunca sintamos celos y descubramos por el contrario, que Dios, en su misteriosa voluntad de gratuidad y de sabiduría, elige personas que aunque a nosotros en nuestros criterios humanos no nos parezcan, son los David modernos, son los llamados a realizar misiones especialísimas dentro de la Iglesia y dentro de la sociedad. Pero terminemos con una tercera idea a propósito del evangelio de hoy, donde también Jesús cita como personaje central, al rey David, cuando siglos atrás, en medio de una hambruna que había en su pueblo, entra al templo a la casa de Dios y come de los panes que sólo se presentaban para la ofrenda sagrada, y sólo les era permitido comer a los sacerdotes. David come de ellos y lo da, lo comparte con sus compañeros para indicar, que las leyes humanas pueden ser superadas, cuando hay una necesidad primaria y superior, como es la necesidad del hambre, la precariedad o necesidad del alimento diario. Esto le servirá a Jesús, para confrontar a los fariseos, que cuestionaban que Jesús y sus discípulos, atravesaran un sembrado en día sábado y comieran de las espigas maduras que había en dicho sembrado. Jesús, ha citado entonces al rey David y su testimonio siglos atrás y enunciará de manera magistral: “El sábado se ha hecho para el hombre, la ley del descanso sagrada la ha creado el hombre y tiene que servir al hombre y no al contrario, el hombre no puede ser esclavo, no puede ser oprimido por las leyes humanas, por las leyes que crean los propios hombres”. Grandes lecciones de las lecturas de hoy, que nos tienen que servir para avanzar en este comienzo de año 2024, y aprender a reconocer en nuestra vida, como Dios guía nuestra historia y no podemos dudarlo ni por un momento. Que el Señor, te bendiga en abundancia en este día, en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Keywords
Amor de Dios, Amor hacia la humanidad, Criterios humanos, Gratitud, Ley de Dios, Sabiduría, Voluntad, Biblia, Evangelio
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