¡Que todos vivan en unidad!
Date
2023-05-25
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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
Juan 17, 20-26
Lectura del día de hoy
Lectura del libro de los Hechos de los Apóstoles 22, 30; 23, 6-11
En aquellos días, queriendo el tribuno conocer con certeza los motivos por los que los judíos acusaban a Pablo, mandó desatarlo, ordenó que se reunieran los sumos sacerdotes y el Sanedrín en pleno y, bajando a Pablo, lo presentó ante ellos. Pablo sabía que una parte eran fariseos y otra saduceos y gritó en el Sanedrín: «Hermanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo, se me está juzgando por la esperanza en la resurrección de los muertos». Apenas dijo esto, se produjo un altercado entre fariseos y saduceos, y la asamblea quedó dividida. (Los saduceos sostienen que no hay resurrección ni ángeles ni espíritus, mientras que los fariseos admiten ambas cosas). Se armó un gran griterío, y algunos escribas del partido fariseo se pusieron en pie, porfiando: «No encontramos nada malo en este hombre; ¿y si le ha hablado un espíritu o un ángel?». El altercado arreciaba, y el tribuno, temiendo que hicieran pedazos a Pablo, mandó bajar a la guarnición para sacarlo de allí y llevárselo al cuartel. La noche siguiente, el Señor se le presentó y le dijo: «¡Ánimo! Lo mismo que has dado testimonio en Jerusalén de lo que a mí se refiere, tienes que darlo en Roma».
V/. «Palabra de Dios». R/. «Te alabamos Señor».
Salmo del día de hoy
Salmo 16 (15)
R/. Protégeme, Dios mío, que me refugio en Ti.
Protégeme, Dios mío, que me refugio en Ti. Yo digo al Señor: «Tú eres mi Dios». El Señor es el lote de mi heredad y mi copa, mi suerte está en tu mano. R/.
Bendeciré al Señor que me aconseja, hasta de noche me instruye internamente. Tengo siempre presente al Señor, con Él a mi derecha no vacilaré. R/.
Por eso se me alegra el corazón, se gozan mis entrañas, y mi carne descansa esperanzada. Porque no me abandonarás en la región de los muertos ni dejarás a tu fiel ver la corrupción. R/.
Me enseñarás el sendero de la vida, me saciarás de gozo en tu Presencia, de alegría perpetua a tu derecha. R/.
Evangelio del día de hoy
Lectura del santo Evangelio según San Juan 17, 20-26
En aquel tiempo, Jesús, levantando los ojos al cielo, oró diciendo: «No solo por ellos ruego, sino también por los que crean en mí por la palabra de ellos, para que todos sean uno, como Tú, Padre, en mí, y yo en Ti, que ellos también sean uno en nosotros, para que el mundo crea que Tú me has enviado. Yo les he dado la gloria que Tú me diste, para que sean uno, como nosotros somos uno; yo en ellos, y tú en mí, para que sean completamente uno, de modo que el mundo sepa que Tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí. Padre, este es mi deseo: que los que me has dado estén conmigo donde yo estoy y contemplen mi gloria, la que me diste, porque me amabas, antes de la fundación del mundo. Padre justo, si el mundo no te ha conocido, yo te he conocido, y éstos han conocido que Tú me enviaste. Les he dado a conocer y les daré a conocer tu Nombre, para que el amor que me tenías esté en ellos, y yo en ellos».
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
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TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
Pablo, como Jesús y como cada uno de nosotros, está llamado a dar testimonio del Padre Dios, aún con la ofrenda de su propia vida.
Pablo se sentía en la recta final de su camino y de su misión evangelizadora, había sido llevado ante el sanedrín judío en pleno, y ante los sumos sacerdotes, para ser juzgado por ellos; pero con gran habilidad, sabiendo que en el sanedrín había fariseos que creían en la resurrección, y saduceos que no creían en ella y se burlaban, afirmará de manera enfática y en público: “Soy fariseo y me están juzgando por la esperanza en la resurrección de los muertos”.
Claro, esta afirmación inmediatamente generó un fuerte altercado entre fariseos y saduceos, y la asamblea del sanedrín judío quedó dividida; el tribuno romano, al ver que el altercado arreciaba y temiendo que hicieran pedazos a Pablo, lo mandó bajar a la guarnición para sacarlo de allí y llevarlo a un cuartel militar. Nos dirá el texto de Hechos de los Apóstoles, que a la noche siguiente el Señor se le presentó a Pablo y le dijo: “¡Ánimo, ánimo!, lo mismo que has dado testimonio en la ciudad de Jerusalén en lo que se refiere a mí, tendrás que darlo en la ciudad de Roma, donde a la postre entregará su vida ante el emperador”.
Pero pasemos ahora al evangelio, que nos invita a contemplar esta oración sacerdotal de Jesús que hemos venido meditando en los últimos días, y vemos como Jesús, ora no sólo por sus discípulos, sino por los discípulos de sus discípulos, por aquellos que crean en la palabra predicada, en el anuncio con unción, que hagan sus discípulos después de su muerte. En el fondo, Jesús nos dice que está orando por nosotros, los hombres y mujeres del siglo 21, porque nosotros somos fruto de la predicación de los discípulos de otros discípulos y otros discípulos y otros discípulos, y así sucesivamente, hasta llegar, hasta los discípulos apóstoles de Jesús.
Nuevamente ratifica, que todos seamos uno como el Padre Dios es uno con Jesús, para que el mundo crea; porque el mundo creerá si ve que hay amor, que hay unidad, que hay fraternidad entre los cristianos. Por eso en la misma línea de reflexiones precedentes, es una clara invitación a construir fraternidad entre los cristianos, a dejar las rivalidades, la competencia, los celos, las envidias por tonterías; más en un mundo que hoy es claramente hostil a la fe y en el mejor de los casos, es despreciativo frente a la fe, no le encuentra sentido.
Luego nos dirá claramente en el evangelio de hoy, cómo Jesús dice: “Yo les he dado la gloria que tú me diste, para que sean uno”, y afirmará un deseo: “Que los que me has dado estén conmigo, donde yo estoy, y contemplen mi gloria, la que me diste porque me amabas antes de la fundación del mundo”. Jesús, en esta semana después de la ascensión personal, su Ascensión al Padre y antes de Pentecostés, nos dice claramente que su deseo es que estemos con Él, gozando de la gloria del Padre, en la vida que no conoce ocaso, la vida que está llena de: plenitud, la vida que no es pasajera, en la vida que no hay injusticias, no hay egoísmos, no hay guerra, no hay violencia, no hay ambiciones desmedidas, no hay engaños, no hay mentiras; la vida del amor, la vida de la fraternidad, la vida de la justicia, la vida de la paz, la vida definitiva con Dios.
Hoy este evangelio nos hace una invitación, a soñar con un mundo mejor, a no perder la esperanza, y a saber, que, aunque en el mundo hemos visto crueldad, manipulación, la explotación del más fuerte por el más débil; cómo la mentira se campea en redes sociales, en medios de comunicación y nos engañan; al final la verdad de Jesús, de manera serena, de manera limpia y tranquila, se impondrá en el corazón de los hombres.
Este mensaje no lo entiende cualquiera, sólo aquella alma de buena voluntad que abra su corazón a Dios. Señor, al escuchar este evangelio, danos la fuerza para caminar en pos de la verdad, la verdad que es Cristo, la verdad que siguió Pablo, la verdad que a veces engendra o genera incomprensiones y rechazo entre los hombres; pero la verdad que tenemos que defender, aún al precio de nuestra propia vida.
Que el Señor te bendiga en abundancia en este día, en el nombre del Padre y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Keywords
Estar cerca de Jesús, Construir fraternidad, Cristianos, Gozar de la Gloria del padre, Llamado, Mensaje de esperanza, Misión, Orar los unos por los otros, Biblia, Evangelio