¡Cansancio de la vida!
Date
2024-07-18
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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
Mateo 11, 28-30
Lectura del día de hoy
Is 26,7-9.12.16-19:
La senda del justo es recta.
Tú allanas el sendero del justo; en la senda de tus juicios, Señor, te esperamos, ansiando tu nombre y tu recuerdo.
Mi alma te ansía de noche, mi espíritu en mi interior madruga por ti, porque tus juicios son luz de la tierra, y aprenden justicia los habitantes del orbe.
Señor, tú nos darás la paz, porque todas nuestras empresas nos las realizas tú.
Señor, en el peligro acudimos a ti, cuando apretaba la fuerza de tu escarmiento.
Como la preñada cuando le llega el parto se retuerce y grita angustiada, así éramos en tu presencia, Señor: concebimos, nos retorcimos, dimos a luz… viento; no trajimos salvación al país, no le nacieron habitantes al mundo.
¡Vivirán tus muertos, tus cadáveres se alzarán, despertarán jubilosos los que habitan en el polvo! Porque tu rocío es rocío de luz, y la tierra de las sombras parirá.
Salmo del día de hoy
Salmo 101,13-14ab.15.16-18.19-21:
El Señor desde el cielo se ha fijado en la tierra.
Tú permaneces para siempre, y tu nombre de generación en generación.
Levántate y ten misericordia de Sión, que ya es hora y tiempo de misericordia.
Tus siervos aman sus piedras, se compadecen de sus ruinas.
Los gentiles temerán tu nombre, los reyes del mundo, tu gloria.
Cuando el Señor reconstruya Sión, y aparezca en su gloria,
y se vuelva a las súplicas de los indefensos, y no desprecie sus peticiones.
Quede esto escrito para la generación futura, y el pueblo que será creado alabará al Señor:
Que el Señor ha mirado desde su excelso santuario, desde el cielo se ha fijado en la tierra,
para escuchar los gemidos de los cautivos y librar a los condenados a muerte.
Evangelio del día de hoy
Mt 11, 28-30: Soy manso y humilde de corazón.
En aquel tiempo, exclamó Jesús:
-«Venid a mí todos los que estáis cansados y agobiados, y yo os aliviaré. Cargad con mi yugo y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón, y encontraréis vuestro descanso. Porque mi yugo es llevadero y mi carga ligera.»
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
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TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
En la línea de evangelios precedentes, continuamos con la lectura del capítulo 11 de san Mateo, donde Jesús en una oración espontánea, al Padre Dios y también a sus discípulos, exclama: “Vengan a mí, acérquense a mí, todos los que están cansados y agobiados por el peso de la vida”, y nos hace una promesa: “Yo los aliviaré”. Pero da la respuesta de cómo será ese alivio y nos invita, a cargar no ya con el yugo de la ley judía, con el yugo o la carga que imponen los hombres, en la vida laboral, en la vida social, y en la vida afectiva; sino cargar con el yugo del evangelio, que es suave y ligero, y aprender de Jesús, que es manso y humilde de corazón, y sólo aprendiendo del corazón de Cristo, encontraremos descanso para nuestra alma.
Pero hoy, preguntémonos 2000 años después, si Jesús veía agobios y cansancios en los hombres y mujeres de su tiempo, hoy nos preguntamos, si más allá de la tecnología, del avance científico, del bienestar material, de la calidad y nivel de vida material que hemos alcanzado en el siglo XXI, los hombres y mujeres de nuestro tiempo, vivimos de una manera más descansada. La respuesta seguramente es no. Hoy hay un cansancio profundo de la vida y nos preguntamos ¿a qué se debe? y podríamos encontrar varias respuestas. El cansancio del hombre no es necesariamente físico, orgánico o material, aunque también lo hay; el cansancio del hombre no es sólo emocional, anímico o mental, aunque también lo hay. El cansancio del hombre de hoy, es sobre todo un cansancio de la vida, que se manifiesta como rutina, como hastío, como desencanto de los sueños que tenía frente a su vida.
Pero preguntamos y repetimos el interrogante ¿qué puede generar este cansancio en la vida? y nos atreveríamos a dar varias respuestas.
La primera, hoy hay tanto ruido, hay tanto activismo en la sociedad tecnológica que hemos construido, hay tantos compromisos laborales, sociales, familiares, personales por atender, que el ser humano se siente desbordado, por la carga de informaciones, por la carga de mensajes, de estímulos y por la carga de compromisos que hoy tiene que atender.
Pero también diríamos en un segundo momento, que hay un cansancio de la vida, porque el ser humano, vaciado de Dios, se ha entregado al mundo, a lo que el Papa Francisco llama: “la mundanidad”, a vivir de los deleites, los placeres, las vanidades y de manera genérica, del pecado que es una promesa de felicidad, donde luego deja infelicidad. El ser humano vive de una manera sibarita, cree que la libertad es vivirlo todo, probarlo todo, y en ese camino ha extraviado su norte y ha olvidado, recordando el texto precioso del Génesis, que Dios nos dejó en este Jardín del Edén, en este jardín de la vida, aprovechar y comer de los frutos de todos los árboles, menos del fruto prohibido del árbol que está en mitad del jardín. Hoy el ser humano, violando esa norma, esa ley de Dios, esa sabiduría divina, se ha dicho o se ha dado a la tarea de decirse a sí mismo, “todo lo puedo, nada me es prohibido, nada me es negado”, y en ese entregarse al mundo y al pecado, ha encontrado solo insatisfacción, ha encontrado tristeza, ha encontrado depresión y sin sentido de la vida.
Pero concluiríamos diciendo, que el cansancio de la vida del hombre de hoy, más allá del activismo de la sociedad tecnocrática, más allá del vaciamiento de Dios y la entrega a la mundanidad, hay cansancio en el hombre de hoy, por una tercera razón, somos muy autosuficientes, nos llenamos de nosotros mismos, creemos tener la verdad en todo; esto es lo que sencillamente se llama el orgullo, que es una reafirmación del hombre, hasta la divinidad, olvidando al verdadero Dios, y los frutos están a la vista.
Hoy, en una sociedad de prepotentes, de orgullosos, de autosuficientes llenos de sí mismos, encontramos tantos hombres y mujeres solitarios, que sufren en silencio y que la vida se ha vuelto una sumatoria de decisiones equivocadas, donde han dejado matrimonios, familias, amistades, buenos empleos, buenos estudios; porque el hombre, sintiéndose dueño de su propia vida y sin reconocer al verdadero Dios, ha equivocado el camino y el sentido último de su existencia.
Hoy Jesús nos invita, cuando nos sintamos cansados y llenos de agobio, aprender de Él y de su corazón, que es manso y humilde, y sólo así encontraremos descanso y verdad para nuestra vida.
Que el Señor, rico en luz y sabiduría, te bendiga en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Keywords
Activismo, Autosuficiencia, Placeres, Ruido, Uso excesivo de la tecnología, Vacío de Dios, Vanidades, Biblia, Evangelio