¡Abecedario del amor!
Date
2024-08-23
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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO
San Mateo 19, 3-12
Lectura del día de hoy
Lectura de la primera carta del apóstol san Pablo a los Corintios 7, 25-35
Hermanos: respecto al celibato no tengo órdenes del Señor, sino que doy mi parecer como hombre de fiar que soy, por la misericordia del Señor. Estimo que es un bien, por la necesidad actual: quiero decir que es un bien vivir así. ¿Estás unido a una mujer? No busques la separación. ¿Estás libre? No busques mujer; aunque, si te casas, no haces mal; y, si una soltera se casa, tampoco hace mal. Pero estos tales sufrirán la tribulación de la carne. Yo respeto sus razones.
Digo esto, hermanos: que el momento es apremiante. Queda como solución que los que tienen mujer vivan como si no la tuvieran; los que lloran, como si no lloraran; los que están alegres, como si no lo estuvieran; los que compran, como si no poseyeran; los que negocian en el mundo, como si no disfrutaran de él: porque la representación de este mundo se termina. Quiero que se ahorren preocupaciones: el soltero se preocupa de los asuntos del Señor, buscando contentar al Señor; en cambio, el casado se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su mujer, y anda dividido.
Lo mismo, la mujer sin marido y la soltera se preocupan de los asuntos del Señor, consagrándose a ellos en cuerpo y alma; en cambio, la casada se preocupa de los asuntos del mundo, buscando contentar a su marido. Les digo todo esto para su bien, no para ponerles una trampa, sino para inducirlos a una cosa noble y al trato con el Señor sin preocupaciones.
Palabra de Dios, Te alabamos Señor.
Salmo del día de hoy
Salmo (45) 44, 11-12. 14-15.16-17
Llega el Esposo; salgan a recibir a Cristo, el Señor.
Escucha, hija, mira: inclina el oído, olvida tu pueblo y la casa paterna; prendado está el rey de tu belleza: póstrate ante él, que él es tu señor.
Llega el Esposo; salgan a recibir a Cristo, el Señor.
Ya entra la princesa, bellísima, vestida de perlas y brocado; la llevan ante el rey, con séquito de vírgenes, la siguen sus compañeras.
Llega el Esposo; salgan a recibir a Cristo, el Señor.
Las traen entre alegría y algazara, van entrando en el palacio real. A cambio de tus padres, tendrás hijos, que nombrarás príncipes por toda la tierra. R/.
Llega el Esposo; salgan a recibir a Cristo, el Señor.
Ven, esposa de Cristo, recibe la corona eterna que el Señor te tiene preparada.
Llega el Esposo; salgan a recibir a Cristo, el Señor.
Evangelio del día de hoy
Lectura del Santo Evangelio según san Mateo 19, 3-12
En aquel tiempo, se acercaron a Jesús unos fariseos y le preguntaron, para ponerlo a prueba: ─ «¿Es lícito a uno despedir a su mujer por cualquier motivo?».
Él les respondió: ─ «¿No han leído que el Creador, en el principio, “los creó hombre y mujer”, y dijo: “Por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer, ¿y serán los dos una sola carne”?
De modo que ya no son dos, sino una sola carne. Pues lo que Dios ha unido, que no lo separe el hombre».
Ellos insistieron: ─ «¿Y por qué mandó Moisés darle acta de repudio y divorciarse?». Él les contestó: ─ «Por lo tercos que son les permitió Moisés divorciarse de sus mujeres; pero, al principio, no era así.
Ahora les digo yo que, si uno se divorcia de su mujer, no hablo de impureza y se casa con otra, comete adulterio».
Los discípulos le replicaron: ─ «Si esa es la situación del hombre con la mujer, no trae cuenta casarse». Pero Él les dijo: ─ «No todos pueden con eso, solo los que han recibido ese don. Hay eunucos que salieron así del vientre de su madre, a otros los hicieron los hombres, y hay quienes se hacen eunucos por el Reino de los Cielos. El que pueda con esto, que lo haga».
Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
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TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES
En la eterna discusión de los fariseos con Jesús, a propósito de leyes contenidas en el antiguo testamento, le preguntan para ponerlo a prueba a Jesús: “Si es lícito a un hombre divorciarse de su mujer por cualquier motivo”. Jesús aprovecha para recordar la doctrina divina, contenida precisamente en el libro inicial del Génesis, cuando afirma: “Dios los creó hombre y mujer, y por eso abandonará el hombre a su padre y a su madre, y se unirá a su mujer y serán los dos una sola carne, una sola realidad. De modo que ya no son dos, sino una sola carne”, e invita a respetar este mandato de Dios y a reconocer: “Que lo que Dios ha unido no lo separe el hombre”. Sin embargo, los fariseos no dan el brazo a torcer y vuelven a la carga y le preguntan, ¿por qué Moisés permitió el acta de repudio y de divorcio?, y Jesús les contesta: “Que por la terquedad permitió Moisés que se divorciaran de sus mujeres, pero que al principio esto no era así”.
Hoy, cuando este evangelio nos pone frente a la realidad de la fidelidad o la infidelidad o adulterio en la vida conyugal, podemos hacernos varias reflexiones.
La primera, hay adulterios o infidelidades en el amor, que pueden ser ocasionales, accidentales o de oportunidad: un fin de semana, una fiesta, unos tragos, un momento de debilidad, hay que dar siempre la oportunidad a otra persona que ha caído por debilidad y ha faltado al amor. Pero hay también la otra realidad del adulterio, la infidelidad cuando se realiza a ciencia, paciencia y conciencia. Esto es a ciencia, con claro conocimiento, a paciencia, en un período largo de tiempo y a conciencia, sabiendo que dañamos a otro ser humano, es ahí cuando tenemos que revisar profundamente nuestra vida. No es lo mismo una infidelidad o adulterio por un momento de debilidad, que por corrupción en el corazón repito, cuando se es infiel en el amor a ciencia, paciencia y conciencia.
Por eso viene una segunda enseñanza, y es que la fidelidad es sobre todo un don de Dios, un regalo del cielo que hay que pedir cada día y una tarea diaria del ser humano, del hombre, de la mujer, vigilando, cuidando sobre los sentidos y cuidando, sobre todo sobre el corazón.
En una tercera enseñanza y final, descubrimos que el amor que es la base del matrimonio y el matrimonio base de la familia, debe de cuidarse hasta el extremo. Por eso necesita por a ser alimentado con palabras de afirmación, con tiempo de calidad, con servicios prestados, con pequeños detalles o regalos, con contacto físico. El amor humano es una realidad viva como una planta, y si esa planta necesita del sol mañanero y necesita de la lluvia del atardecer, a veces de ser podada, a veces de ser abonada, el amor matrimonial también como una realidad viva, necesita ser alimentada, abonada, cuidada, con retiros espirituales de parejas, con encuentros de fin de semana, con dedicarse tiempo especial en la vida conyugal.
Pero atención, en un segundo momento, el amor matrimonial necesita ser batallado, especialmente en los tiempos de crisis. Crisis que ocurren en todas las personas por la edad, crisis de mitad de la vida, crisis económicas que influyen en la relación conyugal y hacen que nos pongamos de mal humor, muy susceptibles, poco pacientes, poco tolerantes. Crisis que se dan también con ocasión de situaciones hormonales o biológicas, en el hombre, en la mujer, períodos de la vida donde tenemos mal dormir, donde nos sentimos enfermos, y esto influye en la relación conyugal o de pareja. Crisis, en fin, por tantas situaciones como cansancio, rutina, monotonía o tedio de la relación conyugal, el amor humano necesita ser batallado. También crisis por otras situaciones, como por ejemplo no sacar tiempo para la vida de pareja, porque lo dedicamos sólo al trabajo, a las tecnologías, a las amistades, a la vida pública, a la vida social.
En un tercer aspecto, además del amor necesita ser por la a: alimentado, por la letra b: batallado, el amor por la letra c: necesita ser consagrado a Dios a través de la oración, a través de la Eucaristía, a través de la lectura de la Palabra de Dios. Conságrale a Dios aquel hombre, aquella mujer que es tu pareja, consagra esta relación, pide luces, pide discernimiento en la Eucaristía, en la lectura meditada de la Biblia, en tu oración personal, para saber manejar un momento de dificultad en tu vida conyugal.
Finalmente, y por la letra d, el amor necesita ser defendido de terceras personas que pueden meterse aún sin nosotros imaginar que nos van a volver la vida un lío, hay puertas que nunca debemos abrir, porque luego no sabemos cómo cerrarlas. Es esa relación con una persona del vecindario, aquel compañero o compañera de trabajo, de estudio, aquel familiar que se metió en mi vida, movió mi corazón, me volvió a hacer sentir el fuego del primer amor, justo cuando en mi vida conyugal estaba en un momento de rutina. Debes defender el amor con la vigilancia sobre tus sentidos, sobre tu corazón, sobre exceso de confianzas, sobre exceso de conversaciones, de pronto muy hot, muy atrevidas en las redes sociales con otras personas. Hoy recordemos lo que el Señor nos dice: “Lo que Dios ha unido, no lo separe el hombre, el hombre y la mujer por el matrimonio son una sola carne”, por eso ese amor conyugal, aliméntalo, batállalo, conságralo a Dios y defiéndelo. Un auténtico a, b, c, d del amor conyugal.
Que el Señor te bendiga abundantemente en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Keywords
Amor, Batallar la relación, Confiar en la otra persona, Cuidar los pequeños detalles, Don de la felicidad, Familia, Matrimonio, Vivir con sinceridad, Biblia, Evangelio