¡Cinco grandes verdades sobre el amor!

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REFERENCIA BÍBLICA DEL EVANGELIO Mateo 22, 34-40 Primera lectura del día de hoy Ex 22, 20-26: Si explotáis a viudas y huérfanos se encenderá mi ira contra vosotros. Así dice el Señor: «No oprimirás ni vejarás al forastero, porque forasteros fuisteis vosotros en Egipto. No explotarás a viudas ni a huérfanos, porque, si los explotas y ellos gritan a mí, yo los escucharé. Se encenderá m¡ ira y os haré morir a espada, dejando a vuestras mujeres viudas y a vuestros hijos huérfanos. Si prestas dinero a uno de mi pueblo, a un pobre que habita contigo, no serás con él un usurero, cargándole intereses. Si tomas en prenda el manto de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde, si no, se va a acostar? Si grita a mi, yo lo escucharé, porque yo soy compasivo.» Salmo del día de hoy Sal 17, 2-3a.3bc-4.47.51ab: Yo te amo, Señor; tú eres mi fortaleza; Señor, mi roca, mi alcázar, mi libertador. Dios mío, peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora, mi baluarte. Invoco al Señor de mi alabanza y quedo libre de mis enemigos. Viva el Señor, bendita sea mi Roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador. Tú diste gran victoria a tu rey, tuviste misericordia de tu Ungido. Segunda lectura del día de hoy 1Ts 1,5c-10: Abandonasteis los ídolos para servir a Dios y vivir aguardando la vuelta de su Hijo. Hermanos: Sabéis cuál fue nuestra actuación entre vosotros para vuestro bien. Y vosotros seguisteis nuestro ejemplo y el del Señor, acogiendo la palabra entre tanta lucha con la alegría del Espíritu Santo. Así llegasteis a ser un modelo para todos los creyentes de Macedonia y de Acaya. Desde vuestra Iglesia, la palabra del Señor ha resonado no sólo en Macedonia y en Acaya, sino en todas partes. Vuestra fe en Dios había corrido de boca en boca, de modo que nosotros no teníamos necesidad de explicar nada, ya que ellos mismos cuentan los detalles de la acogida que nos hicisteis: cómo, abandonando los ídolos, os volvisteis a Dios, para servir al Dios vivo y verdadero, y vivir aguardando la vuelta de su Hijo Jesús desde el cielo, a quien ha resucitado de entre los muertos y que nos libra del castigo futuro. Evangelio del día de hoy Mt 22, 34-40: Amarás al Señor tu Dios y al prójimo como a ti mismo. En aquel tiempo, los fariseos, al oír que había hecho callar a los saduceos, se acercaron a Jesús y uno de ellos le preguntó para ponerlo a prueba: -Maestro, ¿cuál es el mandamiento principal de la Ley? El le dijo: -«Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, con toda tu alma, con todo tu ser». Este mandamiento es el principal y primero. El segundo es semejante a él: -«Amarás a tu prójimo como a ti mismo». Estos dos mandamientos sostienen la Ley entera y los profetas. Palabra del Señor, Gloria a ti Señor Jesús.
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TRANSLITERACIÓN REFLEXIÓN PADRE CARLOS YEPES A propósito del evangelio de hoy, donde un experto en la ley religiosa pregunta a Jesús para ponerlo a prueba, “¿Cuál es el mandamiento principal de la ley?”. Extraigamos cinco grandes verdades sobre el amor del que nos propone el Señor: “Amar a Dios con todo el corazón y amar al prójimo como nos amamos a nosotros mismos”, que allí está toda la síntesis de la ley de Dios y del anuncio, el mensaje de los profetas. Primera verdad, nacimos para ser amados. Para esto nos creó Dios, para esto nos han dado una madre y un padre, para darnos amor. Descubrimos que lo único importante que hicimos en la vida fue amar y lo que más nos plenificó fue dejarnos amar. La única misión en el mundo que no podemos abandonar es la misión de amar, sino la vida no valió la pena. Es que el amor es la gran sabiduría de la existencia, es lo único que hace que la vida se vea en colores y no en blanco y negro. Pero hay una segunda verdad sobre el amor, hoy no nos amamos. Creemos hacerlo, decimos amar a los demás, pero nos equivocamos. Estamos llamados a lo infinito del amor y sin embargo nos quedamos en lo finito de amar cosas, carros, muebles, apartamentos, aún hasta animales mascotas, pero el amor más alto, el amor a otro ser humano, a veces no lo logramos alcanzar. Pudiéramos decir que el gran malestar del hombre hoy es que en último término reconoce su gran incapacidad para amar y aun para sentirse amado. Reconocemos también que a veces no nos dejamos amar, por más que otros lo intentan. Es que asistimos al drama de la soledad acompañada, vivimos en soledad aun estando acompañados en la vida matrimonial, en la vida familiar, en la vida laboral, y sin embargo experimentamos dolorosas soledades: el desamor de otros, su indiferencia o simplemente relaciones funcionales de trabajo, pero no relaciones humanas y de profunda comunicación y comunión de espíritus. Una tercera verdad sobre el amor es que el pecado en el que todos de alguna manera hemos caído, el pecado es la negación máxima del amor. El pecado es perder el camino de Dios en la vida, el pecado es no mirar la verdad profunda del hombre que está llamado a amar; el pecado nos impide gozar de la vida, el pecado que es la negación máxima del amor es como la muerte interior, porque es ausencia del amor, el único capaz de vivificarnos. A veces pienso, que no hay múltiples pecados, hay un solo gran pecado con múltiples rostros, que en el fondo el gran pecado es el desamor, y que todas las expresiones que llamamos de pecado, son simplemente negaciones, incapacidades, distorsiones, para amar verdaderamente. En una cuarta y penúltima verdad, reconocemos que Dios nos amó primero, que en esto consiste el verdadero amor, que Dios toma la iniciativa de buscar al hombre y que al hombre simplemente le toca responder y buscar esa fuente eterna de todo amor que es Dios. Reconocemos que esa fuente se nos ha manifestado en Jesús el amor encarnado y que hoy se nos sigue dando a través del Espíritu Santo, el amor en libertad que sopla donde quiere, va donde quiere y se nos comunica cuando quiere. Hoy somos invitados a escuchar ese mensaje de Jesús ¡amar al prójimo como nos amamos a nosotros mismos! Terminemos nuestra meditación con una quinta y última verdad, y es reconocer, que entre todas las clases de amores que hay en el mundo, sólo el amor de Dios plenifica, sólo el amor de Dios es capaz de liberar, de sanar el corazón enfermo, de redimir cuando estamos caídos o nos sentimos en muerte espiritual. Sólo el amor de Dios vivifica, da plena vida; reconocemos que es un amor total, y Jesús así lo afirmaba: “Nadie tiene amor más grande que aquel que da la vida”, y Jesús dio la vida en la cruz por ti y por mí. Hoy reconocemos haciendo eco de las palabras del apóstol Pablo, que Jesús expresión del amor de Dios, revelación del amor del Padre, me amó y se entregó por mí. Señor, dame sanar de mis incapacidades para amar a los demás, dame encontrar el sentido último y profundo de la vida, ¡vine a esta tierra a dejar una huella de amor entre los míos! Que el Señor te bendiga abundantemente en este día, en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo. Amén.
Keywords
Alegría, Amor pleno, Carne y espíritu, Dignidad, Gozo, Libertad, Naturaleza humana, Paz profunda, Verdad, Vida nueva, Vida plena en cristo, Biblia, Evangelio
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